El analista político Hernán Gómez Bruera reiteró que existen indicios de extorsión y modus operandi en la cotización a Miguel Alemán Magnani por el despacho de Alonso Rivera Gaxiola, ya que el empresario pasó por la “aduana Scherer”. Sin embargo, afirmó que el monto exigido era mayor a la deuda de Interjet, por lo que fue rechazada. Asimismo, denunció que el exconsejero ha tenido influencia en la revista Proceso.
En contraste el periodista Ricardo Raphael aseguró que los argumentos de Gómez Bruera no son pruebas suficientes y calificó las acusaciones contra la revista como falacias.
“Ilustra el modus operandi que utilizó el exconsejero jurídico de la presidencia y su red de abogados. Son 4 despachos principalmente que hacían este tipo de cosas y me parece que es algo bastante escandaloso y que nos tiene que preocuparme a todos”, declaró.
El pasado jueves, dura una entrevista en Aristegui Noticias, Gómez Bruera informó sobre una cotización del despacho que pretendía cobrarle a Miguel Alemán Magnani 40 millones de dólares a cambio de poner en orden su empresa. Calificó el acto como posible mordida y aseguró que “en Julio Scherer y su entorno, y en esta red de extorsión y sus negocios, está el mayor caso de corrupción de este sexenio”.
De acuerdo con Gómez Bruera, el monto está fuera del valor del mercado de lo que sería un concurso mercantil y aseguró que era mayor que la deuda de Interjet con el fisco.
“Ningún despacho en el mundo creo que cobraría cantidades semejantes. Un concurso mercantil que es lo que se pretendía hacer costaría el 10% de este valor”, sostuvo.
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Asimismo, argumentó que el documento indica abuso de poder y afirmó que “Julio Scherer no es una víctima de nadie”.
“El hecho de que alguien haya puesto por escrito una cosa así, significa que estaba muy consciente de su impunidad y de su poder”, acusó.
El analista advirtió que ningún consejero está facultado para participar en operaciones de salvamento de empresas y afirmó que Miguel Alemán acudió con Scherer porque “sabía, como lo sabían todos los empresarios del país” que había que “pasar inevitablemente” por lo que nombró como la “aduana Scherer”.
Añadió que no es fortuito que acudiera con Rivera Gaxiola, cuyo despacho no es el único ni goza con la mejor reputación. Subrayó que Scherer fue socio y “seguramente lo sique siendo” de manera “disfrazada” y que su sobrino actualmente lo es.
“Esto no es un elemento de ninguna manera suficiente para meter a nadie a la cárcel pero sí es un elemento para abrir una investigación y tomárselo en serio”, afirmó.
En contraste, el periodista Ricardo Raphael reconoció el interés periodístico, pero calificó el caso como débil. Relató que el 28 de noviembre de 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció mediación en el conflicto Televisa-Alemán y ofreció apoyar a Interjet, ya que lo consideró como una labor del estado mexicano, sin que hubiera un rescate al estilo Fobaproa.
“Aunque la frase no la dijo, dijo lo obvio: no fuese que en su gobierno la quiebra de interjet generara tantos conflictos como fracaso de Mexicana que al presidente Felipe Calderón le generó tantos problemas. En ese sentido se nota el interés del presidente de la republica para mediar en ese conflicto y es muy evidente que le encargo a su consejero jurídico que revisara el asunto”, narró.
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No obstante, aclaró que esto no significa que Scherer haya cometido extorsión. De acuerdo con Raphael, Miguel Alemán contaba con tres opciones: salvar interjet con recursos del contribuyente, buscar un socio o irse a la quiebra. A la primera AMLO respondió que no, mientras que en la segunda no había interesados en asociarse con Interjet, excepto Cabal Peniche quien apareció más tarde. Esto empujó a Miguel Alemán a la tercera.
En este contexto, afirmó que no le parece extraño que Alemán Magnani haya buscado al despacho de Alonso Rivera Gaxiola, ya que ha llevado otras quiebras grandes.
“Este despacho llevó la quiebra de Vitro en 2011. Es una quiebra monumental, yo creo que debe de ser más grande que la de interjet”, argumentó.
Recalcó que no se sabe si Miguel Alemán buscó otros despachos para una cotización y reiteró que el parentesco del sobrino de Julio Scherer, que trabaja con Gaxiola, no es prueba suficiente. Detalló que si hubiese procedido la quiebra habría que investigarlo, pero no sucedió así, argumentando que “sin denuncia de extorsión” no se puede configurar el delito.
A esto, Gómez Bruera contestó que los delitos de extorsión se denuncian cuando se presenta el intento, es decir, la oferta, sin necesidad de que se haya entregado dinero. Sin embargo, reconoció que Alemán Magnani no acusó de extorsión a nadie.
“Es como decir que no hay asesinatos si no se denuncio, es como decir que no hubo tortura si el torturado no la denunció, es como decir que no hubo delito si no hubo denuncia. Incluso hay delitos que se persiguen de oficio, aunque no haya habido una denuncia”, apuntó.
Calificó como vergonzoso el papel que jugó la revista proceso en su último número. Afirmó que “la familia scherer tiene un peso enorme en las decisiones de proceso y Julio siempre ha influido en los contenidos de la revista”.
Relató que, en 2001, cuando fue acusado de fraude, Scherer “imploró” al periodista Ricardo Ravelo que “suavizara” su nota. Reiteró su respeto a la revista y calificó el número como un tropiezo, ya que no mostraron independencia con ese número.
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“Me parece muy penoso que Julio Scherer haya utilizado el prestigio y el nombre de su padre en el fondo para entablar una disputa política con el fiscal”, expresó.
Ante esto, Raphael recalcó que la revista no tiene a única familia como socia, sino, además de la familia Scherer, están los herederos de Vicente Leñero y Raphael Rodríguez Castañeda. Defendió a Poceso como uno de los medios más serios y exigió pruebas para la influencia en la revista.
“No se puede destruir la reputación de una revista como esta y de sus colaboradores, me incluyo en ella, con este tipo de opiniones francamente montadas sobre ficción, sobre falacias”, denunció.
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