Unos 2 mil eslovacos de etnia gitana saludaron este martes al Papa Francisco como “amaro papadzis”, (“nuestro papa” en lengua romaní), durante la visita que el pontífice ha realizado al barrio marginal de Lunik IX, en la ciudad eslovaca de Kosice.
“Av manca, phrala dzas pal o Dei” (Ven conmigo, hermano, vamos hasta Dios), entonaron en ese idioma unas 2 mil personas llegadas desde numerosas localidades donde hay importantes comunidades gitanas, una minoría que constituye el 10% de los 5.4 millones de habitantes de Eslovaquia.
Antes de la llegada de Francisco, diversos coros amenizaron la tarde soleada con canciones en romaní e inglés, entre ellas Sueño con que llegarás, una melodía espiritual compuesta en español por un profesor local para esta ocasión, y que fue interpretada por un coro de niños.
El sencillo escenario instalado para la recepción contrastaba con los feos bloques de hormigón armado y en mal estado de conservación donde viven hacinadas en condiciones precarias unas 4 mil 500 personas, en un barrio donde el desempleo llega al 80%.
Entre las autoridades religiosas y civiles que asistieron a la visita se contaban obispos, el parlamentario europeo Peter Polak y el alcalde de la ciudad de Kosice, Jaroslav Polacek, pero ningún miembro del Gobierno.
Durante el discurso de Francisco, una niña de un edificio contiguo empezó a gritar en español: “¡Viva el Papa!”.
Aunque había tres sectores, con una capacidad de 25 mil personas, sólo se ocupó un 10% del aforo, en una situación general de precaución por la pandemia de Covid, y con una ciudad que está desde el lunes en el primer grado de alerta.
Todos los asistentes al acto recibían a la entrada un test de antígenos para realizarse una prueba de contagio pasados unos días.
Francisco eligió este lugar deprimido después de que le mostraran varias fotos aéreas de barrios habitados por gitanos, y optó por Lunik IX, al suroeste de Kosice, considerado como el mayor gueto gitano de Centroeuropa.
EFE
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