En febrero de 2018, Lee Isaac Chung (Denver, Estados Unidos, 42 años) se encontró ante una encrucijada vital: su carrera cinematográfica estaba atascada, tras un estupendo inicio con Munyurangabo (2007), rodada en Ruanda, estrenada en Cannes y con críticas muy positivas. Pero ni Lucky Life (2010) ni Abigail Harm (2012) habían tenido mucha repercusión. Quería que su hija, apenas una niña, pasara algo de tiempo en Corea del Sur, país de origen de su familia, y recibió una oferta para enseñar en una universidad en Incheon. “Era hora de que asumiera más responsabilidad como padre”, recuerda en una entrevista a través de la plataforma de comunicación Zoom. “Pero sentí que me quedaba una historia por contar en el cine”. Y esa era la de su infancia en Arkansas, Estado donde su padre intentó prosperar comprando una granja en la que empezó a cultivar verduras. Chung escribió el guion, se lo dio a su agente y voló a Corea.
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El pistoletazo de salida de ‘Crazy Rich Asians’
Durante décadas, el público afroamericano ha asistido a películas creadas para él, desde el género blaxplotation hasta sagas como La barbería. Pero la comunidad asiática en EE UU no tenía el mismo eco. Es cierto que ya había estrellas de origen asiático que habían logrado que Hollywood no repitiera errores como Mickey Rooney encarnando al señor Yunioshi en Desayuno con diamantes. Sin embargo, no hubo filmes de éxito con reparto asiáticoestadounidense -con excepciones como Wayne Wang y su El club de la buena estrella hasta el estreno de Crazy Rich Asians (2018), una comedia germinal que ha catapultado además las carreras de sus actores. Por ejemplo, la de la cómica Awkwafina (la más famosa del elenco), que volvió a repetir jugada en The Farewell. O Constance Wu, que pasó a Estafadoras de Wall Street. O Henry Golding, que después enamoró a Emilia Clarke en Last Christmas.
En Netflix corrieron y pusieron a otra actriz chinoestadounidense, Leah Lewis, en Conquista a medias, otra comedia romántica: hoy los actores de origen asiático ya no solo aparecen en filmes de acción, como sucedía con Bruce Lee o Jackie Chan. Por su parte, Marvel estrenará el 9 de julio Shang-Yi y la leyenda de los 10 anillos, su primera película con superhéroe asiático (también ahí estará Awkwafina, militante y portavoz en pos del reconocimiento de su minoría), y en Disney ya llevan dos intentos: Mulan y Raya y el último dragón, escrita por Adele Lim (guionista de Crazy Rich Asians), y voces de dos actrices de aquella película: Gemma Chan y… Awkwafina.
A Raya le pone voz Kelly Marie Tran, protagonista involuntaria del último desprecio de Hollywood a la comunidad asiática: encarnó a Rose Tico, personaje que prometía mucho en Los últimos jedi, antes de ser ninguneada, casi borrada, de la trama de El ascenso de Skywalker.
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