El ministro de Exteriores del Gobierno de los talibanes, Amir Khan Muttaqi, se reunirá con representantes de los Estados Unidos en Doha a finales de este mes, según afirmó este jueves el Gobierno interino de Afganistán.
“Acabar con las sanciones, las listas negras, descongelar las reservas bancarias de Afganistán y detener la violación del espacio aéreo” del país, serían algunos de los puntos que Muttaqi tratará con el representante estadounidense, Thomas West, en la capital catarí, anunció el portavoz del Gobierno interino de los talibanes Abdul Qahar Balkhi.
An Afghan delegation led by IEA Foreign Minister Mawlawi Amir Khan Muttaqi will visit Doha at the end of July and hold talks with American officials on issues of interest. pic.twitter.com/Nw7WMm2Ldr
— Abdul Qahar Balkhi (@QaharBalkhi) July 27, 2023
A la reunión, que tendrá lugar esta semana, aunque sin especificar una fecha concreta, acudirá además la enviada especial de Estados Unidos para las Mujeres y Niñas Afganas y los Derechos Humanos, Rina Amiri, aunque según Washington no es una muestra de reconocimiento oficial al gobierno Talibán.
Vedant Patel, viceportavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, declaró ayer en rueda de prensa desde Washington:
Hemos dejado muy claro que contactaremos con los talibanes cuando nos interese hacerlo […] pero esto no indica ningún reconocimiento, normalización o legitimación de los talibanes.
Patel además subrayo la “inmensa preocupación” estadounidense por los “atroces abusos contra los derechos humanos” llevados a cabo por los fundamentalistas desde que llegaron al poder en agosto de 2021.
La marginalización de las mujeres, con el veto para la educación superior femenina y los impedimentos para el trabajo de las afganas, así como la seguridad y la estabilización económica, son algunos de los temas que Washington espera tratar con los talibanes en Doha.
En junio de este año, de acuerdo con UNICEF, más de 300 mil niñas y 200 mil niños en Afganistán, podrían perder su derecho al acceso a la educación si los talibanes prohiben que las ONGs internacionales trabajen en programas educativos en el país de medio oriente.
El pronunciamiento se produjo luego de los que talibanes tomaran la decisión, a mediados del pasado abril, de suspender temporalmente todas las actividades educativas en dos provincias al sur Afganistán, limitando el acceso de decenas de miles de jóvenes y niños a ejercer este derecho humano.
Esta restricción tomó lugar dos semanas después de que los fundamentalistas impidieran que las mujeres empleadas por la ONU pudieran ejercer sus labores, y se suma a una larga lista de prohibiciones contra las mujeres afganas desde que los talibanes volvieran a tomar posesión de Kabul, el 15 de agosto de 2021.
Otros vetos hacia las mujeres de la región van desde la imposición del velo islámico, la segregación de sexos en espacios públicos y el hecho de que tengan que ser forzosamente acompañadas por un familiar varón en trayectos largos.
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Asimismo, la caída de la capital afgana también supuso la suspensión de la educación secundaria para mujeres, supuestamente, hasta que adapte sus contenidos a la ley islámica, la cual, desde diciembre, se extendió hasta las universidades en todo el país.
Pese a las primeras de cambio respecto a su anterior régimen entre 1996 y 2001, los talibanes han impulsado un continuo retroceso de los derechos humanos en el país, especialmente de las mujeres, al tiempo que reclaman el reconocimiento oficial de la comunidad internacional.
(Con información de EFE)