Esa votación permitió que comenzará la elección de jueces y magistrados federales por voto popular, una reducción en la cantidad de ministros de la SCJN y sustituir al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) por un órgano de administración y vigilancia interna del Poder Judicial. Además, contempla incorporar “jueces sin rostro” para casos de crimen organizado.
Según fuentes del Senado de la República, de la Presidencia de la República y de la Suprema Corte consultadas por el reportero Zedryk Raziel de El País, el senador Adán Augusto López fue quien llevó a Pérez Dayán con la presidenta Sheinbaum, donde el ministro habría adelantado a la mandataria el sentido de su voto, al tiempo que se comprometió en honrar su palabra.
Según la versión de El País, el ministro Alberto Pérez Dayán se había comprometido previamente con la presidenta de la SCJN, Norma Lucía Piña Hernández, a votar en a favor de la procedencia de las acciones de inconstitucionalidad, como proponía el proyecto del ministro González Alcántara Carrancá, lo que habría garantizado la mayoría calificada para invalidar la reforma judicial.
Sin embargo, el togado sorprendió a sus compañeros votando en contra y ya no se alcanzó la mayoría calificada para que la Suprema Corte pudiera entrar en el estudio de fondo de la reforma.
El día de la votación, el ministro votó en contra de la procedencia de la acción de inconstitucionalidad presentada por tres partidos políticos (PAN, PRI y Movimiento Ciudadano), argumentando que los partidos no estaban legitimados para presentar dicha impugnación.
Además, advirtió que no estaba de acuerdo con cambiar el criterio de que los partidos políticos solo pueden impugnar leyes electorales, por lo que no cabía su impugnación a una norma general como la reforma judicial.
Por lo tanto, la votación en el Pleno de la Suprema Corte quedó siete votos por entrar a la revisión de la reforma judicial y cuatro en contra, ya que Pérez Dayán se alineó con las tres ministras afines a los gobiernos de Morena: Yasmín Esquivel, Lenia Batres y Loretta Ortiz.
Después de la sesión del 5 de noviembre, la oposición en el Congreso, liderada principalmente por el PRI y el PAN, acusó al Gobierno de presionar a Pérez Dayán para obtener su respaldo en el Supremo, pero en la nota de Zedryk Raziel se niega este tipo de maniobra. Incluso, se afirma que la presidenta Sheinbaum descartó presionar al ministro como ha sostenido el PAN:
El País sostiene que cuatro fuentes rechazaron tales presiones y consideraron que, por el contrario, el togado vio una oportunidad para hallar acomodo en el nuevo orden de poder.
Además, el propio Pérez Dayán, en una breve entrevista con el diario Reforma también negó que cualquier tipo de coacción en su decisión.
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