Di no a un rostro apagado, cansado, con años. Si tienes la mirada triste ya puedes iluminarla con estos remedios que te proponemos a continuación. Y es que el maquillaje a veces hace milagros (casi) cuando queremos dejar de mostrar un rostro tosco y sin vida. Cuando estamos cansados eso se traduce en ojeras, bolsas y los párpados caídos. Hay correctores y bases realmente fantásticas que elevarán tu mirada.
Por ejemplo y tal como nos aconseja L’Oreal, el corrector debe ser fluido. Los correctores deben aplicarse sobre todo en las zonas más oscuras del contorno y extiéndelo siempre a golpecitos, sin estirar la piel para que el producto no se acumule en los pliegues.
¿Qué hacemos con el eyeliner?
No es tan fácil aplicar este producto, tiene su truquillo. Ahora bien, queda fantástico para contrarrestar el efecto de los párpados caídos. L’Oreal aconseja remarcar la base de las pestañas superiores en negro, dorado o marrón y repasar la línea de agua inferior con un tono claro (beige o blanco) para rejuvenecer y abrir la mirada.
Cejas definidas
Otra parte de la mirada a la que dedicamos poco tiempo son las cejas. Si las llevas desaliñadas o poco pobladas harás que tus ojos parezcan cansados o tristes.
Máscara de pestañas
La firma también aconseja usar máscara de pestañas. Porque unas pestañas largas, curvadas y con volumen levantan la mirada que da gusto.
La solución: contorno de ojos
Un buen contorno de ojos es básico para iluminar una mirada triste. Hay muchos productos para tal fin. Son tratamientos que deben aplicarse durante tiempo para intensificar esta zona.
Gimnasia ocular
Practicar gimnasia ocular es, según la marca, una buena forma de estimular la circulación sanguínea del contorno de los ojos. Un ejercicio a realizar es presionar los extremos de los ojos con los dedos corazón e índice y, sin cerrarlos, eleva el párpado todo lo que puedas.
Luego poneos los índices en los extremos de los ojos, cerramos presionando con fuerza y contamos hasta veinte. Abrimos los ojos al máximo y los mantenemos así unos cuantos segundos, sin parpadear.