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Moreno exige unidad en el seno del PP para recuperar el Gobierno de España

El presidente de la Junta de Andalucía y líder del PP en esa comunidad, Juan Manuel Moreno, ha reivindicado el protagonismo que las guerras internas en su partido y las filtraciones de las conversaciones de su vicepresidente Juan Marín, de Ciudadanos, le habían arrebatado en vísperas y en buena parte del congreso regional en el que ha salido reelegido como presidente de los populares andaluces. Moreno ha reclamado unidad en las filas de su formación para acabar con el enfrentamiento entre Génova y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sobre el liderazgo en ese territorio. En clave andaluza, ha instado a los suyos a afianzar el proyecto popular para convertirlo en la primera fuerza en una comunidad clave a efectos electorales nacionales.

“Dejémonos de enredos estériles y centrémonos en cambiar el pésimo Gobierno de Pedro Sánchez, ese es el verdadero objetivo”, ha reclamado Moreno, que ha hecho hincapié en que al PP “ha llegado muy lejos”, cuando ha estado unido y “no se ha distraído en asuntos internos que ni entienden los ciudadanos ni les importan”. Uno de los destinatarios de ese mensaje, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, presente en el plenario durante prácticamente toda la jornada del sábado, justamente estaba ausente de la sala ―por una llamada telefónica, indican fuentes populares― cuando el presidente del PP andaluz reclamaba la importancia de la unidad interna.

La dirección del PP andaluz no ha ocultado su profundo malestar por el hecho de que el congreso de Andalucía se haya convertido en un ring de boxeo entre Ayuso y la dirección nacional, utilizando a Moreno como sparring. “Andalucía no puede ser utilizada como un territorio de combate”, aseguraba un alto cargo popular tras la intervención de Egea, esta mañana. García Egea respondió directamente a la recomendación que Ayuso le había hecho al presidente andaluz el día anterior para que mantuviera su autonomía y convocara las elecciones cuando él quisiera sin convertirse “en marioneta de nadie”. “Juanma, tú eres y has sido siempre una persona libre, que ha puesto a Andalucía por encima de los intereses del partido. No tiene que venir nadie a decirte lo que tienes que hacer”, replicó el secretario general este sábado. Moreno ha sido tajante: “Este es un congreso de Andalucía para Andalucía y todos mis esfuerzos estarán guiados por el interés de los andaluces. Todo lo demás no me importa nada”, ha remachado.

Aunque en el seno del PP andaluz sabían que la intervención de Ayuso el primer día del congreso no pasaría desapercibida, varios de sus miembros consultados coinciden en que fue una falta de decoro querer avivar su lucha personal con la dirección nacional fuera de su propia comunidad. “Es un ruido que nos perjudica y que enfada a nuestros militantes y al resto de votantes del PP que lo que quieren saber realmente es cómo le van a afectar en el día a día las políticas que desarrollamos”, reconocía un miembro del Gobierno andaluz.

El propio Moreno fue muy claro hace una semana en Puerto Llano (Ciudad Real) cuando pidió una lista única en el PP de Madrid para evitar el desgaste que el conflicto podía provocar en el resto del partido. El conflicto, lejos de amainar, no solo ha llegado vivo a su propio congreso, sino que se ha espoleado a cuenta de la filtración de las declaraciones de Marín y su señalamiento expreso a Génova como el principal interesado en un adelanto electoral en Andalucía.

Sobre el papel, este debía ser el congreso en el que se iba a celebrar que por primera vez en 37 años un Gobierno no socialista había llegado al poder en Andalucía y que la gestión de Moreno en medio de una pandemia había conseguido apuntalar al PP en las encuestas, tras de tres años de estabilidad. El traslado de la batalla interna que libra Ayuso con la dirección del PP ha puesto sordina a la que debía ser la lanzadera electoral del líder del PP andaluz.

Moreno ha buscado revertir esa inercia y en el congreso se ha marcado el reto de “convertir al PP en el partido de la mayoría en esta tierra”. El presidente de los populares andaluces quiere para ello ampliar la base electoral transformándolo en un “partido transversal con ideas claras, pero sin verdades absolutas”. El dirigente popular ha reclamado huir de la “política de bloques” y de los “radicalismos que solo conducen al aislamiento”. “Solo ser moderado conduce a las mayorías”, ha afirmado en toda una declaración de intenciones.

Principal caladero de votos del PSOE

Andalucía no es un territorio cualquiera. Es la comunidad autónoma más poblada y tradicionalmente ha sido el principal caladero de votos del PSOE, clave en su triunfo a nivel nacional. Al descalabro anímico que para el socialismo andaluz supuso haber perdido por primera vez en la historia de la democracia la Junta de Andalucía con su peor resultado electoral (33 escaños), se suma ahora la certeza aritmética que ofrecen los sondeos de que el PP es también la formación más votada, una proyección que Moreno tiene muy en cuenta porque es consciente de que en los comicios andaluces su partido también obtuvo el menor número de escaños (26) de su historia. El presidente andaluz y su equipo son muy conscientes de que la polarización en su partido les perjudica en su tarea de presentar al PP andaluz como un partido moderado que pueda atraer al votante socialista desencantado y ganar esa base electoral necesaria para revertir la inercia que sostienen los estudios sociológicos que afirman de que Andalucía es de centroizquierda.

Aunque en la cúpula del PP no sentara bien que Ayuso utilizara Andalucía como altavoz de su pugna con el presidente de su partido, Pablo Casado, su intervención del viernes en la que lanzaba a Génova contra San Telmo —sede de la Junta― fue entendida, según trasladan a EL PAÍS varios asistentes al congreso del PP, como la verbalización del malestar sobre la forma de ejercer el poder y de imponer cargos en los territorios por parte de la dirección nacional. Un malestar que los populares andaluces manifestaron públicamente el pasado mes de marzo con motivo del congreso provincial del PP de Sevilla donde el choque entre Génova —que impuso a su candidata, Virginia Pérez― y los populares andaluces llegó hasta el extremo de que Moreno dio plantón a García Egea en la clausura para evidenciar esa discrepancia.

“No entendemos la obsesión por atacar al primer Gobierno no socialista de Andalucía”, aseguraban entonces dirigentes del PP regional. Nueve meses después reconocen que, tras la crisis provocada por las filtraciones de Marín —que dan por desactivada tras la inusitada entrevista entre el vicepresidente y el portavoz de la Junta, Elías Bendodo, en la sesión inaugural, este viernes― y avivada por Ayuso, han conseguido concitar el apoyo incondicional, al menos públicamente, de la dirección nacional al PP de Moreno.


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