Las negociaciones entre los presidentes autonómicos para abordar el sistema de financiación autonómica, caducado desde 2014, se suceden, sin que hasta el momento el Gobierno central haya sentado en una mesa a todas las comunidades del régimen común para negociar un nuevo modelo. Los presidentes de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ambos del PP, han reclamado este viernes en Sevilla la “revisión sin demora” de la financiación autonómica. Ambos presidentes han orillado las diferencias que mantienen sobre este asunto y se han unido en reclamar una negociación multilateral “para que no haya privilegios”, en alusión a Cataluña.
Las posiciones de Andalucía y Galicia son muy diferentes. Moreno defiende un sistema de financiación en el que criterio principal de reparto en el futuro sistema sea la población. Esta idea la comparten los presidentes de la Comunidad Valenciana, el socialista Ximo Puig, y de la Región de Murcia, el popular Fernando López Miras, con los que Moreno se entrevistó semanas atrás. Las tres comunidades son las más perjudicadas por la aplicación del modelo actual, según la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
El andaluz ha hecho suyo el acuerdo adoptado por el Parlamento de Andalucía en 2018, que estableció en 16.000 millones de euros anuales la insuficiencia del sistema de financiación. Esa cifra la fijó la entonces consejera de Hacienda y hoy ministra, la socialista María Jesús Montero, quien calculó que Andalucía debía recibir unos 4.000 millones anuales.
Feijóo también ha mantenido reuniones con otros presidentes del noroeste peninsular y reclama que se reconozca el mayor coste que supone la sanidad y la educación en la España más despoblada y envejecida. En la batalla por la financiación autonómica, Galicia y otras siete comunidades especialmente despobladas y envejecidas han impulsado un frente que a punto ha estado de romperse antes incluso de empezar a pelear. Aunque al principio se resistió, Feijóo ha cedido finalmente a las presiones de los presidentes socialistas de Extremadura y Asturias y ha retrasado el foro que iban a celebrar estas autonomías en Santiago el próximo 2 de noviembre. La cita será finalmente el 23 de ese mes.
Los mandatarios socialistas quieren tiempo para fijar una postura propia antes de acudir a la capital gallega. Los recelos hacia Feijóo se dispararon después de que el presidente de la Xunta aprovechara el anuncio de la cita para cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez y su diálogo con Cataluña. Los barones del PSOE acusaron al líder del PP gallego de utilizar políticamente el encuentro. Tras el conflicto, Feijóo subraya que el foro “no va contra nadie”.
Las posiciones de partida de los presidentes andaluz y gallego, dos de los barones del PP más poderosos y con estilos moderados similares, sobre la financiación son diferentes. Ambos dejaron de lado de manera intencionada sus discrepancias en este asunto tras la reunión de cerca de dos horas celebrada en el palacio de San Telmo, sede de la presidencia de la Junta de Andalucía. De hecho, de la declaración conjunta firmada por los dos presidentes solo uno de los 14 puntos alude a la financiación. Sí comparten algunos criterios: igualdad, equidad de servicios y negociación multilateral en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en la que están presentes todas las comunidades autónomas del régimen común (todas salvo el País Vasco y Navarra).
Alusiones a Cataluña
Ni Moreno ni Feijóo citaron a Cataluña, con la que el Gobierno central tiene abierta una mesa de diálogo, para abordar el “conflicto político” en esa comunidad. Pero sus alusiones fueron muy claras. “La caja común de todos se reparte entre todos. La ley de Financiación de las Comunidades Autónomas no puede ser derogada por la bilateralidad”, ha señalado el presidente gallego, para quien el nuevo sistema no puede ser el resultado del ahora en vigor que se pactó “con el tripartido catalán”. “Andalucía será un dique de contención para que no haya privilegios”, ha subrayado Moreno.
En la declaración conjunta aprobada, Andalucía y Galicia rechazan que la reforma del sistema “sea objeto de negociación bilateral entre el Gobierno central y alguna comunidad”. Solicitan la corrección de los déficits de financiación “con la incorporación de mayores recursos al sistema y la evaluación específica del gasto sanitario”.
Ambos presidentes también han pedido al alimón mayor protagonismo de las comunidades en la gestión de los fondos europeos Next Generation. “Tenemos que pasar de la cogobernanza anunciativa a la efectiva”, ha reclamado el presidente gallego, quien se ha quejado de que las comunidades se limiten a ser “oficinas gestoras” de los fondos europeos, cuando deberían cogestionarlos con el Ejecutivo central.
El Ministerio de Hacienda tiene previsto presentar en el mes de noviembre una propuesta sobre los criterios de población ajustada (ponderada de acuerdo a criterios demográficos y geográficos) que debe servir como base para diseñar el futuro sistema de financiación. Los dos presidentes aplaudieron, además, el acuerdo alcanzado por PSOE y PP para renovar los órganos institucionales, aunque achacaron la demora del pacto a la actitud de los socialistas.
Ambos presidentes participaron tras la reunión en la colocación de un monolito indicativo del Camino de Santiago en Santiponce (Sevilla), en el inicio del camino por la Ruta de la Plata.
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