Moyá sigue a la espera de una llamada de la Real

Miguel
Ángel Moyá sigue a la espera. Todo apunta a que, lograda la clasificación europea, continuará una temporada más vistiendo la camiseta de la Real, pero en el mundo del fútbol es conveniente rubricar las buenas intenciones con una firma. El guardameta y su entorno confían en que se produzcan avances esta semana, aunque por el momento no han recibido la llamada del club.

La Real encara la llegada de agosto con ‘overbooking’ en su portería. Álex
Remiro es su gran apuesta. En su estreno en Primera, se hizo con el puesto en octubre y lo mantuvo con solvencia hasta su desacertada actuación en Getafe, en la jornada 32. Moyá aspira a formar pareja con él para la próxima campaña, con Andoni Zubiaurre como tercer portero.

Una nómina a la que se une Gerónimo
Rulli tras su cesión al Montpellier. El argentino ha rendido a buen nivel en la Ligue 1 y anunció que estará el 14 de agosto en Zubieta. Tiene dos años más de contrato. La Real no tiene intención de volver a cederlo y está interesada en buscar un traspaso en el que recupere, al menos, los siete millones invertidos en su fichaje. Para ello, tendría que venderlo por 10, ya que el Manchester City posee el 30% de sus derechos.

Así, son tres los porteros con contrato en vigor y otro, Moyá, que aspira a mantener su puesto. Al balear le asiste una hoja de servicios casi intachable. Si algo se espera de un portero veterano es que ofrezca garantías en cualquier circunstancia. Moyá lo ha hecho. En su decimoséptima temporada en Primera, asumió el papel de titular al inicio de curso, dando espacio a que Remiro fuese cogiendo sensaciones tras pasar un año en blanco en el Athletic.

Al principio y al final

El balear defendió la portería txuri urdin las cinco primeras jornadas, en las que la Real sumó 10 puntos y encajó 4 goles. Remiro debutó ante el Alavés y Moyá volvió en el Pizjuán (3-2) y contra el Getafe (1-2), antes de que el navarro se hiciese con el rol de titular.

Era mediados de octubre y a Moyá le aguardaban meses de trabajo en la sombra, con la excepción de la visita al Becerril. Mientras Remiro se consolidaba como ‘1’, el balear no bajaba los brazos con el objetivo de estar preparado.

En el momento más crítico, Imanol le demostró su confianza dándole el puesto a seis jornadas del final de Liga, con el equipo sufriendo y con el puesto europeo en el aire. Un sprint en el que, con la excepción del 2-3 ante el Granada, el meta estuvo a al altura.

Tras disputar 9 partidos en su primera campaña con la Real (fichó en febrero de 2018) y 13 en la segunda, Moyá defendió la portería txuri urdin en 14 encuentros el curso pasado, encajando 16 goles. A sus 36 años, disfruta en Mallorca de este inicio de sus vacaciones con un ojo puesto en el teléfono móvil. Su deseo de continuar en la Real podría hacerse realidad en breve, pero de momento, la luz de la pantalla no se ha encendido


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