Después de una batalla que ha durado varias semanas, el Comité Olímpico Mexicano ha confirmado este lunes la muerte del clavadista Carlos Girón Gutiérrez (65 años, Baja California) a causa de una neumonía. El deportista, ganador de una presea en los Juegos de Moscú 80, llevaba desde el 20 de diciembre ingresado en el Centro Médico La Raza, de Ciudad de México. Sin embargo, la enfermedad se agravó a causa de una bacteria contraída en el hospital.
Girón ha sido una de las leyendas del deporte mexicano. Debutó en Múnich 1972 a los 17 años. Sobre sus espaldas recaía la responsabilidad de recuperar la reputación de la escuela mexicana de clavados iniciada en la década de los 20 del siglo pasado y que vivió un gran momento con Joaquín Capilla, ganador de bronce en Londres 1948, plata en Helsinki 1952 y bronce y oro en Melbourne 1956. Después de Capilla llegaron éxitos más discretos. Destacan los de Juan Botella en Roma 1960 y Álvaro Gaxiola en los Juegos de México 1968.
Después de esas preseas vinieron varios Juegos de sequía. Fue Girón el encargado de romper con ese impasse. Su mayor logro llegó ocho años después de su debut en las competencias alemanas. La plata llegó en Moscú 1980. El metal, en el trampolín de tres metros, significó oxígeno puro para los clavados en México, aunque no pudo repetir podios en Montreal (76) y Los Ángeles (84).
Girón fue un deportista bisagra entre dos generaciones. Tuvo un gran desempeño en los Panamericanos. Con un oro en los Juegos de México de 1975 y una plata en San Juan 1979. También sumó a su medallero personal dos bronces en esas mismas competencias. El ejemplo sirvió de impulso a una nueva generación de clavadistas mexicanos formados en los ochenta y noventa como Jesús Mena, ganador del bronce en Seúl 1988. No obstante, los mexicanos tuvieron que esperar al nuevo milenio para repetir podios en la disciplina con Fernando Platas, Paola Espinosa y Tatiana Ortiz.
El miércoles pasado, Girón fue desconectado del respirador. Su hija, Silvia Girón, declaró a los medios que el pronóstico de su padre era desfavorable, aunque seguía con vida. Este lunes, su hijo, Carlos Girón, ha confirmado su muerte a través de Twitter, algo que ha ocasionado varios mensajes de despedida en las redes sociales.
El Comité Olímpico Mexicano ha manifestado: “la familia olímpica lamenta profundamente la pérdida de uno de sus miembros distinguidos”. Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores de México, ha expresado: “lamento el fallecimiento de Carlos Girón, clavadista excepcional y medallista olímpico en Moscú 1980. Orgullo de México. Descanse en paz, abrazo solidario a su familia y amigos”. A Ebrard se ha sumado también el secretario de Educación, Esteban Moctezuma.
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