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Muere el oncólogo español Josep Baselga a los 61 años


El oncólogo español Josep Baselga ha fallecido este domingo a los 61 años víctima de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakobs, una dolencia neurodegenerativa poco frecuente de la que había sido diagnosticado recientemente. El facultativo, natural de Barcelona, era un referente internacional en oncología y había sido director médico del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York. Una investigación de The New York Times reveló en 2018 que había ocultado cobros millonarios de farmacéuticas sobre las cuales escribía artículos de investigación y precipitó su salida del prestigioso centro sanitario neoyorquino. En 2019, el oncólogo fichó por la farmacéutica AstraZeneca como responsable del área de investigación y desarrollo frente al cáncer.

Baselga ha sido una de las figuras más importantes de la oncología médica a nivel mundial en los últimos años e impulsor de la medicina personalizada en el cáncer. Fue jefe del servicio de Oncología de Vall d’Hebron (1996-2010) y puso a andar en 2006 el VHIO, uno de los centros de investigación oncológicos más potentes de España. “Baselga hizo una revolución muy importante en la manera como tratábamos a los enfermos con cáncer. Desde que pude formar parte de su equipo en 1997, la revolución consistió en hacer equipos multidisciplinares de profesionales que abordaran todos los aspectos de los pacientes con cáncer y, a la vez, promocionar un programa de investigación clínica aplicada. Esto supuso una gran transformación”, ha explicado el oncólogo Josep Tabernero, amigo de Baselga y actual director del VHIO.

En 2010, el oncólogo dejó Barcelona y se trasladó a Boston (Estados Unidos) como jefe de Hematología y Oncología y director adjunto del Centro de Cáncer del Hospital General de Massachusetts (2010-2013). También fue profesor de Medicina en la Escuela de Medicina de Harvard. En 2013 asumió uno de los cargos más importantes de su carrera, como director médico del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, punta de lanza de la investigación oncológica en el mundo.

Las mayores sombras de su carrera saltaron en 2018, cuando una investigación periodística reveló que había omitido cobros de miles de dólares por parte de industrias farmacéuticas de las que luego escribía artículos de investigación. Según la investigación de The New York Times, Baselga no comunicó en sus artículos los conflictos de interés que tenía con farmacéuticas relacionadas con la investigación oncológica.

Tras la revelación de esta información, el médico aseguró que esas omisiones no fueron intencionadas. “Reconozco que ha habido inconsistencias, pero eso es lo que es”, dijo, y se comprometió a corregir en 17 artículos sus informes de conflicto de intereses, incluidos aquellos en revistas científicas como The New England Journal of Medicine, The Lancet y la publicación que editaba, Cancer Discovery. “Aunque he sido inconsistente con las revelaciones, y lo reconozco, eso está muy lejos de comprometer mis responsabilidades como médico, científico y líder clínico”, apuntó entonces.

La polémica, sin embargo, precipitó su salida del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York y, cuatro meses después, fichó por el área de investigación oncológica de AstraZeneca. “Es un líder científico fuera de serie”, afirmaba Pascal Soriot, consejero delegado de la farmacéutica tras su fichaje. “Su investigación y sus logros clínicos han llevado al desarrollo de varias medicinas innovadoras y es un líder internacional en el pensamiento sobre la atención al cáncer”, añadía el responsable de AstraZeneca.

El legado científico de Baselga será, no obstante, su contribución al avance de las terapias personalizadas contra el cáncer y su compromiso “con que los avances en investigación llegaran lo antes posible a los pacientes”, señalaba la Sociedad Española de Oncología Médico en su cuenta de Twitter. El VHIO también ha puesto en valor que “gracias a una forma diferente de entender la medicina”, Baselga puso en marcha el departamento de Oncología de Vall d’Hebron “en el que se integró la asistencia a pacientes con un programa de investigación básica, clínica y traslacional, para así poder trasladar a los enfermos de cáncer los avances que se realizaban en el laboratorio, de la forma más rápida posible”. “Su visión y tenacidad por avanzar en la medicina personalizada en el tratamiento del cáncer fue decisiva para que muchos medicamentos se hayan introducido en la práctica clínica habitual, ayudando a mejorar la expectativa de curación y la calidad de vida de muchos pacientes”, ha recordado el VHIO en un comunicado.

También el responsable de AstraZeneca ha enviado sus condolencias a la familia y ha recordado el trabajo del oncólogo dentro de la compañía. “Josep deja un legado duradero en la comunidad científica (…). Lideró un equipo para acelerar otra ciencia nueva y emocionante con anticuerpos conjugados, terapia celular, epigenética y nuevos tratamientos contra el cáncer”, ha apuntado Soriot a través de un comunicado.


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