El piloto francés Pierre Cherpin, de 52 años, falleció este jueves en el transcurso de su traslado en avión sanitario desde Yedda hacia Francia. Participaba en su cuarto Dakar cuando sufrió un accidente en la séptima etapa de la carrera, entre Hail y Sakaka el pasado 10 de enero.
La caída, en el kilómetro 178 de la especial, se produjo en torno a las 13 horas. Poco después llegaron los servicios de emergencia, que lo hallaron inconsciente. Fue trasladado en helicóptero al hospital de Sakaka, con un traumatismo craneal grave con pérdida de consciencia. Operado de urgencia en neurocirugía, había permanecido desde entonces en coma inducido. En los últimos días, su estado era estable. El jueves fue trasladado en avión sanitario desde Sakaka al hospital de Yeda y, desde allí, a Francia, al hospital de Lille.
Esta edición del Dakar, la segunda que se celebra en Arabia Saudí, se ha disputado a grandes velocidades entre los pilotos punteros, que no se han librado de caídas y visitas al hospital durante la segunda semana de competición, en la que recorrieron rápidas pistas de tierra y arena, con muchas piedras y caminos angostos. El dos veces ganador del Dakar Toby Price (KTM), el que fuera líder de la general Nacho Cornejo (Honda) y el español Joan Barreda (Honda), que aspiraba al podio, acabaron los tres ingresados en el hospital como consecuencia de tres caídas en las etapas siete, ocho y nueve. Los tres sufrieron un traumatismo craneoencefálico con pérdida de consciencia, si bien su estado no reviste gravedad.
Especialmente curioso fue el caso de Barreda, que sufrió una caída durante la novena etapa, pero siguió compitiendo. Terminó la especial de aquel día y al día siguiente acabó segundo. Este jueves, dos días después del accidente, se sintió indispuesto, algo aturdido, y acabó tirado a mitad de la especial, sin combustible, porque se había saltado sin querer el punto de repostaje. Fue llevado al hospital, donde debía permanecer en observación 48 horas.
Cuenta la organización de la carrera que a Cherpin le fascinaban los espacios abiertos. Se inició en la prueba en 2009, cuando el Dakar llegó por primera vez a Sudamérica. Lo hizo en la categoría de los malle-moto y regresó en 2012, en la misma categoría, esa en la que los pilotos se disponen a completar el Rally Dakar prácticamente con lo puesto, como pilotos independientes, sin equipo ni asistencias propias. Ambas veces terminó la prueba. En 2015 partió de nuevo, pero se vio obligado a abandonar por un fallo del motor. Seis años más tarde, en 2021, siempre en la misma categoría, conocida ahora como los “Original by Motul”, regresó, curioso por descubrir un nuevo continente. Ocupaba la 77ª posición en la general al término de la 6ª etapa.
Amante de la vela y empresario, tenía por única ambición al participar en el Dakar la de vivir una aventura sin pensar en el pódium: “Soy un amateur, no vengo a ganar sino a descubrir paisajes que nunca podría tener oportunidad de ver si no fuera por esto. Todo es emocionante: correr con una moto de carrera, vivir tu pasión y aprender a conocerte a ti mismo”, así se presentaba en los documentos oficiales de la carrera.
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