Frederik Willem de Klerk (Johannesburgo, 1936), presidente de Sudáfrica entre 1989 y 1994, ha muerto este jueves a los 85 años en su casa en Ciudad del Cabo, según ha informado la fundación que lleva su nombre. El que fuera último dirigente blanco del país desmanteló el régimen del apartheid, puso en libertad a Nelson Mandela tras más de 27 años de cárcel, y pilotó la transición pacífica a una democracia sin segregación de razas. “Con la mayor tristeza la Fundación FW de Klerk anuncia el deceso del expresidente FW de Klerk de forma apacible en su domicilio de Fresnaye esta mañana tras haber luchado contra un cáncer”, dice el comunicado.
En 1993, Mandela y De Klerk lograron el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en favor de la reconciliación en Sudáfrica. En la ceremonia que se celebró en Oslo, De Klerk, entonces presidente de su país, aseguró satisfecho: “Hace cinco años la gente habría puesto en duda la salud mental de cualquiera que hubiera predicho que el señor Mandela y yo recibiríamos conjuntamente el Premio Nobel de la Paz”. Con una sonrisa cómplice hacia Mandela, De Klerk añadió: “Aquí estamos. Somos oponentes políticos, tenemos fuertes desacuerdos en muchas cuestiones claves y pronto lucharemos en una dura campaña electoral. Pero lo haremos, creo, en el marco de paz que ya ha sido establecido”.
Mandela, por su parte, se refirió a De Klerk como la persona que “tuvo el coraje de admitir la terrible equivocación” que se había cometido en Sudáfrica. Y, en palabras de Mandela, fue el hombre que tuvo la perspectiva suficiente para entender y aceptar que todos los ciudadanos del país deben “determinar qué es lo que quieren hacer con su futuro”.
Poco después, en 1994, Mandela y De Klerk se enfrentaron en las elecciones, de las que resultó vencedor el primero, dando paso a un cambio político radical en el país. Mandela fue el primer mandatario negro de Sudáfrica, convirtiendo a De Klerk en el último presidente blanco hasta hoy. La victoria de Mandela puso fin a 342 años de dominio blanco y a 46 de régimen de discriminación racial conocido como apartheid. “Nunca, nunca y nunca más esta bella tierra será escenario de la opresión de los unos sobre los otros y de la vergüenza de ser la oveja negra del mundo”, dijo Mandela tras su toma de posesión. En 1997, De Klerk se retiró de la política y dejó el cargo de líder del Partido Nacional (PN).
El padre de De Klerk, el senador Jan de Klerk, fue ministro en varios Gobiernos racistas presididos por Hendrik Werwoerd, arquitecto del régimen del apartheid, y por su sucesor, John Vorster, entre 1954 y 1969. Licenciado en Derecho en la ultraconservadora provincia del Transvaal, De Klerk dejó una prometedora carrera de abogado a los 36 años para ocupar un escaño en el Parlamento en las filas del Partido Nacional. Estuvo al frente de carteras como Correos y Telecomunicaciones, Interior, Asuntos Sociales, Deportes, Energía o Educación. En 1989, cuando tenía 53 años, se convirtió en presidente. Menos de un año después, el 2 de febrero de 1990 proclamó en el Parlamento que condenaba el apartheid y anunció que el Congreso Nacional Africano dejaba de ser un partido prohibido. Mandela fue excarcelado pocos días después.
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