Seguramente los tres solos de batería más populares del rock son estos: el de John Bonham en Moby Dick, de Led Zeppelin; el de Ian Paice en The Mule, de Deep Purple; y el de Ron Bushy en In-A-Gadda-Da-Vida, de Iron Butterfly. Bushy falleció ayer domingo a los 79 años. “Ron Bushy, nuestro amado y legendario baterista de Iron Butterfly, falleció pacíficamente, con su esposa Nancy a su lado, en el hospital de Santa Monica. Sus tres hijas también estaban con él. Era un verdadero luchador. Lo echaremos de menos”, dijo un comunicado de la cuenta en redes sociales del grupo. Bushy había nacido en Washington en 1941 y fue el único miembro original de Iron Butterfly que tocó en los seis álbumes de la banda, de Heavy (1968) a Sun and Steel (1975).
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Bushy ha pasado a la historia del rock por su participación en In-A-Gadda-Da-Vida, una canción de 17 minutos que ocupaba toda la cara B del disco del mismo título lanzado en 1968. En alguna ocasión ha comentado Manolo García que, antes de iniciar su carrera profesional (Los Burros, El Último de la Fila), se aplicó como batería. Su momento álgido con las baquetas fue cuando se aprendió el solo de Bushy en In-A-Gadda-Da-Vida.
Era otra época, finales de los sesenta, el verano del amor, el LSD, la psicodelia… Se aceptaba la grandilocuencia instrumental. In-A-Gadda-Da-Vida se extendía hasta los 17 minutos, con el solo de batería por la mitad, cubriendo casi tres minutos. La canción lleva ese curioso título debido a un defecto de forma. Lo contó así Bushy: “Doug Ingle [voz y teclista del grupo] había estado bebiendo y componiendo. Estaba tocando una melodía en su teclado. Le pregunté cómo se llamaba la canción. Era difícil entenderlo porque estaba muy borracho, así que lo escribí en una servilleta exactamente como me sonaba fonéticamente: ‘In-A-Gadda-Da-Vida’. Se suponía que era In the Garden of Eden”.
Iron Butterfly surgió a mediados de los sesenta cuando el rock comenzó a endurecerse con la llegada huracanada de Cream o Jimi Hendrix, y posteriormente Black Sabbath. Doug Ingle y Ron Bushy se conocieron en San Diego y decidieron trasladarse a Los Ángeles para lanzar al grupo. Su propuesta dura y psicodélica caló en un tiempo donde los músicos tocaban con el torso sudoroso desnudo y la melena al viento. De vida breve (al menos su época más creativa ya que con los años vivió alguna resurrección sin trascendencia), Iron Butterfly llegó a vender diez millones de ejemplares de sus primeros trabajos, cinco de ellos correspondientes a In-A-Gadda-Da-Vida. La extensa canción ha pasado a formar parte de la cultura pop, con presencia en series como Los Simpson o Futurama.
Bushy nunca dejó las baquetas, intentándolo con diferentes grupos o formando parte de las reapariciones nostálgicas de Iron Butterfly. Mal agosto para los hombres de las baquetas: hace unos días se fue el legendario Charlie Watts y ahora Ron Bushy.
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