Familiares se lamentan por la pérdida de sus bebés delante del hospital Mame Abdoul Aziz Sy Dabakh de Tivaouane, este jueves.SEYLLOU (AFP)
Once recién nacidos murieron en el hospital Mame Abdoul Aziz Sy Dabakh de la ciudad de Tivaouane, en el oeste de Senegal, después de que se produjera un incendio este miércoles en su unidad neonatal. El fuego se originó a causa de un cortocircuito, según aseguró este jueves a los medios de comunicación Abdoulaye Diouf Sarr, ministro de Sanidad. El grave accidente ha provocado una enorme conmoción e indignación en el país africano, al poner de relieve las carencias de su sistema de salud. Hace un año, otros cuatro bebés murieron también por un incendio en una maternidad de la localidad de Linguére y, el pasado abril, una mujer y su bebé fallecieron en el hospital de Louga por falta de atención durante el parto.
Lo que más duele en Senegal es la repetición de este tipo de sucesos. La muerte de la joven Astou Sokhna y de su bebé cuando estaba dando a luz el pasado abril en el hospital de Louga ya generó una oleada de indignación popular por las carencias del sistema de salud senegalés, que se expresó en manifestaciones de cólera en las calles y en las redes sociales. Según la investigación posterior, la mujer murió tras pedir durante 20 horas que le hicieran una cesárea, a lo que personal del hospital se negó porque no estaba programada. Las tres matronas que se encontraban de guardia ese día fueron posteriormente condenadas a seis meses de prisión por un tribunal senegalés por “no atender a una persona en peligro”, mientras que el Gobierno destituyó al director del hospital.
Je viens d’apprendre avec douleur et consternation le décès de 11 nouveaux nés, dans l’incendie survenu au service de néonatalogie de l’hôpital Mame Abdou Aziz Sy Dabakh de Tivaouane.
A leurs mamans et et à leurs familles, j’exprime ma profonde compassion.
— Macky Sall (@Macky_Sall) May 25, 2022
El presidente de Senegal, Macky Sall, que ha declarado este jueves tres días de luto nacional, confirmó lo sucedido a través de su perfil de Twitter. “Me acabo de enterar con dolor y consternación del fallecimiento de 11 recién nacidos en el incendio ocurrido en el departamento de neonatología del hospital Mame Abdou Aziz Sy Dabakh de Tivaouane. A sus madres y sus familias, expreso mi más sentido pésame”, escribió Sall, quien se encuentra en el extranjero y envió al lugar de los hechos a Antoine Diome, ministro del Interior. “El presidente nos ha dado instrucciones de abrir una investigación y hacer una lista de las necesidades en equipamiento de todos los hospitales del país”, aseguró el ministro.
Además de Diome, otras autoridades locales y regionales se presentaron en el hospital tras conocerse el incendio. El ministro de Sanidad informó inicialmente de que todos los bebés ingresados en el momento del suceso habían fallecido, pero el alcalde de Tivaouane, Demba Diop, precisó que tres de ellos pudieron ser rescatados. La ciudad, situada a unos 120 kilómetros al noreste de Dakar, capital del país, despertó este jueves sacudida por la tragedia, cuyos detalles se han ido conociendo poco a poco. Muchas de las madres que perdieron a sus bebés se presentaron en el centro hospitalario nada más enterarse del incendio para comprobar si sus hijos habían fallecido.
Un dolor repetido
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Tivaouane, de unos 40.000 habitantes, también es considerada una ciudad santa, pues es el corazón de una de las principales hermandades musulmanas del país, los tidianes. “Esta situación es condenable y extremadamente dolorosa”, aseguró el ministro de Sanidad a la radio senegalesa RFM, “hay una investigación abierta para averiguar exactamente qué sucedió”. Diouf Sarr, quien se encontraba en un encuentro de la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, anunció su inmediato regreso al país.
El año pasado otros cuatro bebés fallecieron tras el incendio del área de pediatría del hospital de Linguère, en el norte del país. Todos estos incidentes han llevado a buena parte de la sociedad civil a exigir mayores inversiones en sanidad y en los hospitales senegaleses. El grupo de reflexión Wathi lanzó en marzo una recogida de firmas en este sentido y su director, Gilles Yabi, denunció durante un debate serios problemas de higiene, cortes regulares de agua, proliferación de mosquitos y otros insectos, la mala calidad del equipamiento y su falta de mantenimiento adecuado, así como la ausencia de técnicos cualificados. Finalmente, expresó su preocupación por la falta de formación de los profesionales de la salud.
En 2019, Serigne Babacar Sy Mansour, líder religioso de los tidianes, ya alertó a las autoridades de las pésimas condiciones del hospital de Tivaouane con unas declaraciones que hoy suenan premonitorias. “Si el hospital fuera una persona, diríamos que está paralizada”, aseguró. “Este establecimiento de salud no necesita promesas, sino soluciones urgentes. Ya hemos recibido promesas y todavía esperamos que se concreten. Entendemos que puede llevar su tiempo, pero si se tarda mucho podría haber consecuencias que pueden afectar directamente a los pacientes”, añadió.
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