Por Alejandro Castro
Un nuevo fenómeno -aún desconocido- provocó la muerte masiva de corales tipo acroporas en los arrecifes de Isla Contoy, en Quintana Roo, la punta norte del Sistema Arrecifal Mesoamericano.
Podría tratarse de un nuevo brote de una enfermedad o podría ser efecto de un evento natural, no hay certeza de lo que ocurrió, apunta María del Carmen García Rivas, directora del Parque Nacional Isla Contoy.
En cuestión de dos semanas murieron las más de seis mil colonias de corales de las especies Acropora palmata, Acropora cervicornis y Acropora prolifera que había en la zona de Contoy.
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A este tipo de corales se les conoce como “cuerno de alce” y “cuerno de ciervo”, por la forma que guardan.
Desde 2017, la Unidad de Sistemas Arrecifales de la UNAM, el Centro de Investigaciones Regional Acuícola Pesquera (Criap) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) trabajan en un proyecto para repoblar los arrecifes de corales acroporas, cuya población fue devastada durante la década de los 70 por una enfermedad denominada “Banda Blanca”.
En la zona se cuenta con tres viveros de coral instalados. Sin embargo, los esfuerzos de varios años para reproducir, sembrar y vigilar el crecimiento de las colonias de coral se fue abajo en cuestión de días, por la muerte masiva y repentina.
De acuerdo con la directora del área natural protegida, el 22 de agosto se hizo una revisión de los viveros, tras el paso del huracán Grace por las costas de Quintana Roo.
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“Se encontró en buenas condiciones, al igual que las colonias ya sembradas en los arrecifes”, indicó la bióloga.
El 3 de septiembre la dirección del Parque Nacional Isla Contoy fue notificada del “blanqueamiento” de colonias de coral. Dadas las condiciones del clima y la falta de personal, fue hasta el 18 de septiembre que pudo realizarse un recorrido de campo, donde se constató una mortalidad total de los corales acroporas.
En 2018 una enfermedad coralina llamada “Síndrome Blanco” arrasó con más del 50 por ciento de los corales masivos tipo cerebro, en todo el Caribe Mexicano. No obstante, este brote no afectó a los corales ramificados, que son los que en esta ocasión murieron de forma masiva.
García Rivas refirió que, de momento, se desconoce con certeza la causa, aunque se han hecho varias hipótesis. Una de las posibilidades es una afectación de una surgencia de agua del fondo marino y que ocurrió únicamente en esta zona.
“Entre el 1 y 10 de septiembre se registró posiblemente una surgencia ya que el agua se encontraba verde y muy fría”, apunta el informe.
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Isla Contoy es una isla virgen, a la que solo puede acceder un número limitado de turistas por día. No se permite ningún tipo de desarrollo turístico e inmobiliario.
Hasta ahora no se conoce de la muerte de corales de este tipo en otros puntos del Arrecife Mesoamericano, como en Isla Mujeres, Puerto Morelos o Cozumel.
Los corales son animales coloniales vivos, compuestos por una base rocosa de carbonato de calcio, cubierta por cientos o miles de organismos denominados “pólipos”, dentro de los cuales habitan las microalgas que le dan color, llamadas “zooxantelas”, de acuerdo con Claudia Padilla, investigadora del Criap.
La muerte de un coral ocurre cuando se muere el tejido vivo, es decir, los pólipos, quedando expuesta la base de carbonato de calcio. Por ello, comúnmente se le conoce como “blanqueamiento”.
Los corales tienen una alta relevancia ambiental y económica. Son los principales formadores de la barrera arrecifal, que además de proteger las costas de tormentas y huracanes, son hábitat de miles de especies marinas, incluidas las de interés comercial.
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