Anteriormente la comunidad trans oaxaqueña era responsabilizada de ser la portadora del VIH; tomaron espacios públicospara terminar con los mitos sobre VIH y Sida.
Diana Manzo
Juchitán, Oax.- Desde los años 90, ante el estigma social que relacionaba a la comunidad de la diversidad sexual, a los muxes se les acusaba en el Istmo de Tehuantepec como los principales portadores del virus del VIH, decidieron tomar la ruta del activismo y la prevención para rompe mitos y lo hicieron desde espacios públicos como escuelas, plazas y las propias calles así como radionovelas y obras de teatro, lo hacían en zapoteco, su lengua materna y en castellano.
El maestro Elí Bartolo, Amaranta Gómez Regalado, Felina Santiago, Óscar Cazorla, Binniza Carrillo, Mística Gómez, Yoselin Sánchez, entre otros muxes y también mujeres se organizaron a través de colectivos como Binni Lanu, Las Otras hijas de San Vicente, Gunaxhii Guendanabani, Ladhido Muxe, Las otras intrépidas de Diversysex y las Autenticas Intrépidas Buscadoras del Peligro, que a lo largo de estos años han trabajado a favor de la prevención del VIH en las comunidades indígenas del Istmo de Tehuantepec.
A casi 30 años de esta lucha que las muxes encabezan, han demostrado que la lucha por la concientización del VIH no solo la efectúan cada 1 de diciembre cuando se conmemora el “Día de la lucha contra el VIH-SIDA”, sino los 365 días del año con la alianza de organizaciones civiles que son sus aliadas como Mexfam y también AHF sin olvidar a las instituciones como el Consejo Estatal para la Prevención y Control del Sida (Coesida).
Amaranta Gómez Regalado, fundadora del colectivo Binni Lanu y actualmente coordinadora del programa “TRANSformándome: Inclusión social y derechos humanos de la población Muxe Trans”, describe que el estigma era muy alto contra la comunidad muxe, entonces lo que hicieron fue juntarse, organizarse y trabajar con las personas, fue entonces que desmontaron varios mitos y empezaron a visibilizarse varios casos.
“Íbamos a las escuelas, viviendas, espacios públicos y hasta los bares, nos metíamos en todos lados y la gente poco a poco fue entendiendo, entonces se previnieron muchos casos y entendieron que nosotros como muxes no éramos los portadores del VIH, al contrario éramos los que más sabíamos y lo mejor, dábamos acompañamiento cuando alguien salía positivo”, expresó Aramaranta Gómez.
Ahora, dice que la situación es más difícil y no es por que han dejado de hacer activismo sino que ahora los intereses de la sociedad no es prevenir el VIH sino cuidarse de asaltos, de la violencia que impera en sus casas y de reconstruir sus viviendas a razón de las afectaciones por los temblores ocurridos en la región en 2017 lo cual ha desencadenado un mayor número de incidencias de personas contagiadas por el VIH, especialmente jóvenes.
“Imagínate, antes cada tres meses había un caso de una persona contagiada de VIH , ahora vemos que en un mes tres personas son positivo, entonces eso nos ha preocupado de forma intensa, porque son jóvenes en su mayoría y es que no se trata que no sepan, sino sus preocupaciones son otras, por ejemplo, cuidarse de no ser asesinados o asaltados”, señaló.
Dijo que es lamentable el bajo presupuesto en la prevención del VIH desde las instancias gubernamentales, pero recalcó que por fortuna en Oaxaca las muxes siempre han tenido de aliada a Gabriela Vásquez Rosas, directora de Coesida.
Betsua De Gyves, Joselin Sosa, Naomy Romero, Jocelyn Vásquez, Kristal Aquino, Estrella Vásquez y otras muxes también son activistas, algunas llevan entre 17, 10 y cinco años y desde sus comunidades han hecho colectividad y especialmente acompañamiento emocional a las personas que viven con VIH.
Felina Santiago y Binniza Carrillo, quienes llevan más de 20 años realizando actividades y jornadas de prevención reflexionan que es necesario volver a reconstruir las voces de conciencia, porque además del VIH, la sífilis también va creciendo en los jóvenes.
El activismo de los muxes también ha llegado a las autoridades municipales y es que desde 2011 en Juchitán nació la primera “Dirección de políticas publicas para la diversidad sexual” y fue encabezado por Felina Santiago, que fue pionero y se ha multiplicado en otros municipios istmeños, entre ellos Tehuantepec, Niltepec, Unión Hidalgo y Ciudad Ixtepec.
Incidencia a la alza en Oaxaca por VIH
Yoselin Vásquez García es activista muxe de la agrupación Gunaxhii Guendanabani, Ama la vida y de Las otras hijas de San Vicente, desde hace 12 años ha caminado haciendo la lucha de conciencia a jóvenes, adultos y mujeres, para ella el VIH sigue siendo tabú pero un virus que tiene mucho auge.
Según datos del departamento de vigilancia epidemiológica de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), el panorama epidemiológico de casos de VIH-SIDA de 1986 hasta octubre 2019 es de 10 mil 089 casos notificados, de los cuales 3 mil 095 son de personas infectadas por VIH y 6 mil 994 viven con SIDA.
También reportan que en estos 33 años (1986-Octubre 2019) hay un registro de 3 mil 690 defunciones.
Para octubre de 2019, según las autoridades de salud se han registrado 155 casos nuevos de SIDA y 186 seropositivos (VIH), de los cuales la región de los Valles Centrales encabeza la cifra seguido de la Costa y el Istmo de Tehuantepec.
Ante este panorama de alza de incidencia del VIH, la fundación para la Planeación Familiar (Mexfam) A. C., a través de la Fundación Arcus, enfocada en temas relacionados con los derechos de la comunidad de la diversidad sexual, la justicia social y la conservación, presentaron el proyecto “TRANSformándome: Inclusión social y derechos humanos de la población Muxe Trans” que concluirá hasta 2021 y tendrá una inversión de 2 mil 200 dólares.
Beatriz Ramos Reyes, administradora del proyecto, explicó que ante un escenario violento que vive el Istmo de Tehuantepec desde hace unos ayeres es importante construir procesos mucho más seguros para la comunidad de la diversidad sexual, que constantemente se ha vuelto vulnerable.
La fundación AIDS Healthcare Foundation (AHF) México con sede en Oaxaca también ha dado acompañamiento a los muxes y desde hace dos años promueve una alternativa para prevenir y detectar oportunamente el VIH y es a través de uso de materiales gráficos construidos en lenguas indígenas.
Jesús Yoshio Morales Ramírez, coordinador del programa de Pruebas Rápidas de VIH y Abogacía, Región Sur AHF México, reconoció que el problema del VIH es multifuncional, porque no solo es dar a conocer en que consiste esta pandemia sino muchos indígenas no tienen acceso porque no hablan castellano y carecen del derecho a la salud por su zona geográfica.
“Se ha dado la vinculación y al mismo tiempo hemos hecho una alternativa para prevenir y detectar oportunamente el VIH y se trata de hacer uso de materiales gráficos construidos en nueve lenguas indígenas, los cuales están traducidos en nueve variantes lingüísticas Zapoteco (Del Istmo, Planicie Costera, de la Sierra), Zapoteco de Valles Centrales (Tlacolula y Ocotlán).Huave (ikoots), Mixteco (del Istmo, de la costa) Mixe del Istmo (Guichicovi) y Amuzgos”.