Este lunes en los juzgados de Pozuelo se ha celebrado el juicio en el que se dirimirá el futuro de los cuatro hijos de Miguel Bosé y Nacho Palau que criaron como una familia hasta que hace más de dos años la pareja se separó tras 26 años de relación. El cantante se instaló en México con sus dos hijos biológicos y Palau regresó a su Chelva (Valencia) natal con los suyos. Quien fuera novio de Bosé reclama que los niños crezcan juntos y tengan idéntico nivel de vida. Palau en la actualidad trabaja en una fábrica de embutidos tras dejar la residencia en la que ejercía de cocinero. Horas antes de comenzar el juicio, que fue aplazado en primavera a causa de la pandemia, Palau ha publicado una foto de los cuatro niños abrazados —Tadeo y Diego, hijos biológicos de Miguel Bosé e Ivo y Telmo, hijos biológicos de Nacho Palau— con el texto: “Hermanos para siempre”. Toda una declaración dirigida a Bosé con quien, pese a los intentos de negociación, no ha alcanzado a un acuerdo sobre su futuro. Palau ha llegado poco después de las nueve de la mañana a los juzgados. No se ha visto entrar al cantante que lo ha hecho directamente por un garaje para evitar ser fotografiado.
“Confío en que se haga justicia”, declaró Palau a su salida del juzgado. No quiso aportar detalles del juicio pero tras saludar a la prensa dijo: “Ya ha pasado todo”. Bosé dejó la instalaciones poco antes de las dos de la tarde y de la misma forma de la que llegó, a través del garaje. “Yo también hubiera querido hacerlo así”, dijo con ironía Palau marcando las diferencias entre ambos.
La madre de Nacho Palau, Lola, también habló al terminar de testificar. “Todo ha ido bien. Lo que espero es que la verdad prevalezca, que las cosas se arreglen como debe ser, sin tonterías”. A la pregunta de cómo ha sido el reencuentro con Miguel Bosé ha declarado: “¿Qué reencuentro? Allí estábamos todos, nada más”.
Durante los dos años que los niños llevan viviendo separados no tuvieron contacto presencial durante meses. Solo tras el acuerdo al que llegaron sus padres en el verano de 2019 se ven durante las semanas que Tadeo y Diego —que cumplieron 9 años el pasado 26 de marzo— están en España. El juicio de este lunes es solo el primer paso de un proceso que puede durar años si Bosé se mantiene en su postura. Palau y sus representantes legales tienen claro el principal objetivo de este pleito: conseguir la declaración de filiación de Diego, Tadeo, Ivo y Telmo, esa que les declare hermanos con los mismos derechos e hijos iguales de Miguel Bosé y de Nacho Palau.
El abogado de Nacho Palau, José Gabriel Ortolá, insiste en aclarar que el procedimiento tiene como principal objetivo esta reclamación de doble filiación. Aclara que no es cierto que Palau esté pidiendo ningún tipo de pensión compensatoria a Miguel Bosé; solo busca que los cuatro niños sigan manteniendo su relación filial, que tengan los mismos derechos y que tanto él como Bosé sean legalmente padres de todos ellos, con las obligaciones y derechos que esto conlleva.
La familia de Bosé ha mantenido durante este tiempo relación con Palau y los niños ya que todos viven muy cerca en Valencia. La abuela, Lucía Bosé, visitó a Nacho Palau y sus hijos en Chelva antes de las últimas navidades, y Paola Dominguín, hermana del cantante, explicó con naturalidad en televisión que Palau y sus hijos pasaron el día de Reyes en su casa y que se comunicaron por videoconferencia con Bosé, que se encontraba en su domicilio de México. “Los niños son niños, y con Nacho tengo una buena relación, son muchos años y no hay ningún problema. Hablamos y nos vemos cuando nos apetece o cuando tenemos algo que contarnos”, afirmó Paola Dominguín. “Son dos padres y dos hijos de cada uno, se separa la pareja y se separan los hijos. Miguel es un padrazo y perder a dos hijos… Fue algo que os sorprendió a los que no lo sabíais”, dijo la exmodelo, “pero a mí eso no me cambia los valores que tengo de cada uno de ellos”.
Si la decisión en primera instancia ofrece una sentencia positiva para Palau y Bosé la acepta es previsible que puedan agotarse todas las instancias judiciales posibles, un recorrido legal que se puede prolongar durante cuatro o cinco años mientras los niños crecen y aumenta su distancia afectiva.
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