Rafael Nadal anunció este miércoles, a través de sus redes sociales, que no competirá en el Masters 1000 de Miami (del 24 de marzo al 4 de abril) debido a los problemas de espalda que arrastra desde que aterrizase en Adelaida (Australia) a mediados de enero. El torneo figuraba en su hoja de ruta para esta temporada, pero la evolución médica no es todo lo satisfactoria que desearía el campeón de 20 grandes y por tanto retrasará su reaparición hasta la gira sobre tierra batida, que arranca a principios de abril.
“Es triste anunciar que no jugaré en Miami, una ciudad que amo. Necesito recuperarme por completo y prepararme para la temporada de tierra en Europa”, transmitió el mallorquín, de 34 años y que no pisa una pista desde que fuera eliminado el 17 de febrero en la central de Melbourne, frente al griego Stefanos Tsitsipas en los cuartos del Open de Australia (3-6, 2-6, 7-6(4), 6-4, 7-5). Aunque posteriormente pretendía participar en Róterdam y Acapulco, decidió no acudir allí; después contempló a última hora una invitación del torneo de Dubái, pero también renunció.
Ahora, el objetivo de Nadal es paliar esos problemas que le afectan a la zona lumbar. Durante su estancia en Australia, el balear tuvo que someterse a una infiltración para poder seguir compitiendo y aunque las molestias mejoraron temporalmente, no terminan de remitir. Por eso, él y su equipo han optado por abordar directamente la estación de la arcilla, donde figura con mayúsculas el objetivo de Roland Garros. No obstante, en un principio arrancará su preparación en Montecarlo, del 11 al 18 de abril. Si todo va bien, luego desfilaría por Barcelona, Madrid y Roma, pero en todo caso decidirá sobre la marcha.
Nadal se ha ausentado de Miami los cuatro últimos ejercicios. Desde que disputara la final de 2017 contra Roger Federer no ha participado en el evento, ya fuera por las lesiones o por una cuestión estratégica. Al fin y al cabo, el 14º trofeo en París y el 21º grande son su gran prioridad, de ahí que no quiera forzar lo más mínimo y escuche a su cuerpo. Su baja se una a la del propio Federer, quien tras reaparecer en Doha la semana pasada, 405 días después de su última aparición, anunció que no jugaría en Florida, donde sí figura el nombre de Novak Djokovic.
En cualquier caso, el número uno del circuito también está entre algodones, dado que sufrió una rotura en la zona abdominal durante el Open de Australia. De momento, Nole se mantiene en el cartel y los últimos vaivenes han terminado por desplazar a Nadal del segundo escalón del ranking, en favor del ruso Daniil Medvedev. No es una novedad casual, ni mucho menos. Por primera vez en dieciséis años, desde 2005 con el australiano Lleyton Hewitt, un tenista que no sea Nadal, Federer, Djokovic o Andy Murray asciende hasta uno de los dos primeros puestos del listado mundial.
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