Igual de pesaroso que durante el partido y rendido a la evidencia, Novak Djokovic departió con los periodistas solo media hora después de caer contra Nadal por 6-0, 6-2 y 7-5 en la final de Roland Garros. El serbio, que pese al golpe seguirá defendiendo el número uno hasta el final del curso, digirió la derrota con un comportamiento ejemplar y estuvo elegante en su discurso tanto a pie de pista como en la conferencia posterior.
“No puedo decir mucho… Simplemente, que Rafa me ha desbordado con su juego. Me sorprendió desde el principio con su manera de plantear el partido. Siento que quizá he podido jugar mejor en los dos primeros sets, pero la calidad de su juego ha sido enorme. Ha hecho un partido perfecto”, reconoció Nole, el único tenista que, junto al sueco Robin Soderling (2009), ha sido capaz de batir al español en la arena de París.
″Lo que estás haciendo en esta pista es increíble. Bueno, no solo en esta pista, sino en toda tu carrera. Hoy has demostrado por qué eres el rey de la tierra, y lo he sufrido en mis propias carnes”, había ensalzado previamente el balcánico, que alberga sentimientos contrapuestos de París porque en los cuartos de 2015 derrotó a Nadal —pero perdió la final con Stan Wawrinka— y al año siguiente elevó el trofeo para completar el Grand Slam, aunque después, paradójicamente, se consumió durante casi dos años tras ese éxito.
La alabanza no se quedó ahí. “Es asombroso todo lo que está consiguiendo Rafa. Ganar 13 veces este torneo, perder solo dos partidos… Es increíble. Le admiro profundamente por todos sus logros, pero especialmente por lo que está haciendo aquí. Es un gran campeón y ha demostrado que le dan igual las condiciones en las que se juegue aquí”, prosiguió el rey del circuito.
Declaró Djokovic que se sentía preparado para afrontar con garantías la final y posteriormente se adentró a explicar por qué su figura genera debate. “Trato de reflexionar de dónde vengo y dónde me encuentro ahora, y estoy muy agradecido por lo que la vida me está deparando. Sé que es imposible gustar a todo el mundo, entiendo perfectamente eso y sé que tengo mis defectos, pero estoy satisfecho con mi manera de ser y de comportarme”, contestó.
En un tono existencialista, el de Belgrado se radiografió. “Soy alguien que tiene ese tipo de acercamiento a la vida, una mente abierta, un corazón abierto, para aprender y crecer y desarrollar mi carácter, ser el mejor ser humano que pueda. Tengo mis defectos, como cualquier otra persona. Trato de recordar lo bendecido que soy por estar en esta posición”, señaló. Antes, durante la ceremonia final, Nole se acordó de las víctimas de la pandemia, con casi 1,1 millón de personas fallecidas y más de 37 millones de contagiados, según datos de la Universidad Johns Hopkins: “Esta situación está siendo muy difícil, pero entre todos podremos salir de esto”.
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