NAFTA: una magnífica oportunidad para México

México, Canadá y Estados Unidos han llegado a un acuerdo para renovar el Tratado de Libre Comercio (NAFTA) que suscribieron hace 25 años y que el presidente Donald Trump prometió renegociar durante su campaña electoral. Hay que recordar que en diciembre del año pasado ya se había logrado un entendimiento. Sin embargo, cambios en los equilibrios políticos -un nuevo Gobierno federal en México y una nueva mayoría (demócrata) en la Cámara Baja del legislativo estadounidense- hicieron necesarios algunos cambios para incorporar preferencias de dichas fuerzas políticas.

Creo que el nuevo acuerdo comercial será positivo para los tres países firmantes ya que permitirá que se sigan desarrollando complejas cadenas de valor que harán que la región de América del Norte sea más competitiva. Para México en particular, este pacto tendrá beneficios adicionales. Contribuirá a reducir la incertidumbre que comenzó a mediados de 2016 cuando el entonces candidato Trump anunció que derogaría el NAFTA poniendo con ello en entredicho el modelo de crecimiento mexicano vigente desde principios de los años 90. Esa incertidumbre contribuye a explicar que la inversión haya estado estancada desde entonces. La menor incertidumbre se traducirá en mayores niveles de inversión que contribuirán a que el crecimiento económico sea mayor.

Además, la coyuntura actual presenta una oportunidad significativa para México. Cuando en 1994 se suscribe el NAFTA, sus exportaciones comenzaron a ganar cuota en el mercado estadounidense. Sin embargo, este fenómeno se interrumpió con la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio en el año 2001. A partir de entonces, dicha cuota de mercado ha permanecido estable mientras que la correspondiente al país asiático creció de forma sostenida hasta mediados del 2018 cuando el conflicto comercial que mantiene con Estados Unidos se agudizó. El nuevo acuerdo puede permitir a México recuperar competitividad y cuota de mercado en la economía estadounidense en una coyuntura en la que China la pierde.

Además, el reciente pacto tiene innovaciones positivas como son reglas claras para el comercio electrónico y requerimientos de vanguardia en temas ambientales. En un contexto en el que Estados Unidos ha adoptado medidas arancelarias contra un buen número de economías y amenaza con imponer aranceles a todas las importaciones de automóviles argumentando razones de seguridad, el nuevo acuerdo comercial conllevará que México y Canadá tengan menor probabilidad de ser objeto de dichos aranceles, lo cual debe de convertirlos en atractivos destinos de inversión.

El acuerdo comercial, en caso de ser ratificado, facilitará el proceso puesto en marcha hace un par de décadas que está posibilitando que México se encamine a convertirse en una economía más diversificada, más compleja y no dependiente de los precios de las materias primas.


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