El opositor ruso, Alexéi Navalni, recibió este martes el alta médica del hospital en el que ingresó en coma y con síntomas de envenenamiento a finales de agosto, según ha confirmado este miércoles la clínica Charité. Un laboratorio militar alemán, así como análisis independientes realizados en Francia y en Suecia sostienen que Navalni, de 44 años y archienemigo del Kremlin fue intoxicado con una sustancia de la familia del Novichok, un agente nervioso utilizado en 2018 para tratar de liquidar al expesía ruso Serguéi Skripal en el Reino Unido.
Poco después, Navalni colgaba una foto en Instagram en la que se le ve sentado en un banco de un parque, vestido de negro y con zapatillas de deporte. Acompaña la imagen con un texto en el que explica que “después de 32 días en el hospital, los médicos han decidido que la recuperación no requiere cuidados hospitalarios, sino una vida normal. Caminar, pasar tiempo con mi familia, la rutina diaria”.
Informa Navalni de que “el plan es simple: ir al fisioterapeuta todos los días. Quizás a un centro de rehabilitación. Aguantar de pie con una pierna, recuperar el control de los dedos de los pies, mantener el equilibrio”. Explica por ejemplo que ahora es incapaz de lanzar una pelota con la mano izquierda, “el cerebro no quiere hacer ese movimiento”, asegura Navalni, quien dice que los pantalones le quedan ahora tres tallas más grandes. Una portavoz del activista anticorrupción citada por la agencia France Presse ha asegurado que Navalni tiene pensado quedarse en Alemania para hacer el tratamiento rehabilitador.
El caso Navalni ha desatado fuertes tensiones diplomáticas entre los países de la UE y Rusia. La canciller alemana, Angela Merkel, ha exigido a Moscú que aclare las circunstancias del envenenamiento del opositor. El Gobierno ruso niega cualquier implicación y alega que Alemania se niega a entregarle las pruebas del supuesto crimen.
El hospital considera que “la salud del paciente ha mejorado lo suficiente” como para ser dado de alta tras 32 días ingresado, 24 de ellos en cuidados intensivos. “De acuerdo con el progreso del paciente y su estado de salud actual, los médicos consideran que es posible una completa recuperación”, indica el hospital de la Charité en un comunicado hecho público esta mañana. Advierten, sin embargo, de que es aún demasiado temprano para determinar “los posibles efectos a largo plazo de su grave envenenamiento”.
Navalni fue evacuado a Alemania desde Siberia, donde había sido ingresado dos días antes tras sufrir un colapso en un avión. El aparato tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Omsk. Navalni fue atendido por un equipo médico en la ambulancia que lo transportó hasta el hospital de esta ciudad siberiana y desde un primer momento le aplicaron, según sus colaboradores, atropina, un antídoto contra intoxicaciones. Una vez ingresado en el hospital siberiano, los médicos rusos negaron haber encontrado restos de sustancias tóxicas en el cuerpo. Una ONG alemana se movilizó para evacuar al paciente en coma en un avión medicalizado, que finalmente ha sido tratado en Alemania desde agosto.
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