Navegando por el corazón de Europa

EUROPA

El Swiss Travel Pass incluye transportes urbanos y remontes de montaña para descubrir los Alpes suizos

Por los Alpes suizos en tren

Los bonos del Swiss Travel Pass permiten a los no residentes en Suiza viajar de forma ilimitada utilizando toda la red de transporte público (tren, bus y barco), una de las más densas, puntuales y eficientes del mundo con un total de 29.000 kilómetros, durante tres, cuatro, ocho o quince días (desde 228 euros). Incluye transportes urbanos y la entrada a cerca de 450 museos. En los remontes de montaña y funiculares se puede obtener un 50% de descuento (salvo en el tren de la Jungfrau, que es el 25%). Hay algunos remontes, como el de la montaña Rigi o el de la cumbre del Schilthorn, que también están incluidos. Para utilizarlo basta imprimirlo y no es necesario pasar antes por taquilla; se puede subir directamente al tren, sentarse donde haya sitio y mostrar la hoja al revisor junto al carné de identidad o pasaporte. La ruta puede arrancar en cualquier punto. Desde la bella Lucerna, por ejemplo, se puede viajar en barco hasta Vitznau y de allí hasta la cumbre de la Rigi (1.797 metros), una de las montañas más bonitas del país, a bordo de un tren cremallera que realiza varias paradas que permiten subir o bajar del convoy y hacer un tramo a pie. Otra opción: desde Basilea se puede viajar en tren hasta Zúrich y después enlazar con la línea que lleva hasta las cascadas del Rin, en Schaffhausen. Los trenes panorámicos, como el Glacier Express, entre Zermatt y St. Moritz, o el Lucerna-Interlaken Express recorren algunos de los paisajes más impactantes de los Alpes suizos.

El expreso de los Balcanes (Serbia y Montenegro)

La línea férrea que enlaza Belgrado, la capital de Serbia, y la ciudad de Bar, en la costa adriática de Montenegro, ofrece una de las rutas en tren más espectaculares de Europa. Un viaje escénico de casi 500 kilómetros y 10 horas que recorre los Alpes Dináricos atravesando 435 puentes y 254 túneles. Para disfrutar mejor del paisaje, los expertos recomiendan sentarse a la derecha del vagón si se viaja en sentido a Bar y a la izquierda en dirección a Belgrado. Los billetes para el tren diurno cuestan desde 19 euros por trayecto. 

Las islas italianas de Capote

“Seguimos el rastro de amapolas y llegamos a un sendero que desembocaba en una playa extraña y oculta. Estaba encerrada entre acantilados, y el agua era tan clara que se veían las flores marinas y los movimientos bruscos de los peces”. La cita, de Truman Capote, describe la isla de Ischia, en la bahía de Nápoles, donde el escritor de A sangre fría pasó la primavera de 1949, repartiendo su estancia con visitas a la vecina isla de Prócida, donde Michael Radford rodó la película El cartero y Pablo Neruda. Navieras como Caremar o Snav ofrecen rutas a Ischia y Prócida desde Nápoles, con tarifas que parten de 10 euros por trayecto.

Rumbo al glaciar Folgefonna (Noruega)

Además de los clásicos cruceros por los fiordos, de la ciudad noruega de Bergen también zarpan pequeños ferris de línea hacia lugares poco conocidos que se descubren, además, con billetes muy asequibles. Por ejemplo, a Rosendal (34 euros por trayecto), una preciosa localidad a orillas del fiordo de Hardanger, junto al parque nacional Folgefonna, con uno de los mayores glaciares de Europa.

Paraísos croatas

Hvar y Korcula son las dos islas más famosas, y tal vez las más bonitas, de las casi 2.000 que tiene Croacia. Una experiencia muy recomendable es recorrer un tramo de la costa croata en los barcos de línea de la compañía Jadrolinija, desde Zadar, Split o Dubrovnik. El precio de los pasajes entre Split y Hvar, por ejemplo, es de unos 5 euros por trayecto.

Se puede recorrer la costa croata en los ferris de la compañía Jadrolinija, con billetes desde cinco euros

El archipiélago de las Hébridas (Escocia)

“Era un día frío a primeros de abril, y un millón de radios daban las trece”, escribía (y tachaba) en 1947 el novelista George Orwell en una casa de la isla de Jura, en las Hébridas Interiores (Escocia). Un año después, terminó allí la que sería su última novela: 1984, una oscura fábula sobre los totalitarismos. La ruta por el archipiélago de las Hébridas empieza en la isla escocesa de Skye, a la que se puede llegar por carretera desde Fort William o en barco desde el puerto de Mallaig. La naviera Caledonian MacBrayne ofrece paquetes para recorrer el centenar de islas que forman el archipiélago combinando varias

El carácter de Aran (Irlanda)

En 1934, Robert Flaherty obtuvo un premio en la Mostra de Venecia con el documental Hombres de Aran, donde mostraba la dureza de la vida de los pescadores en estas tres islas (Inishmore, Inishmaan e Inisheer) del norte de Irlanda. Aunque las condiciones de vida en Aran han mejorado, sus habitantes conservan el carácter indómito que cautivó al cineasta. Aran Island Ferries tiene un servicio diario entre el puerto de Ros a’ Mhíl, a unos 40 kilómetros de Galway, e Inishmore (desde 30 euros, ida y vuelta).

Asia y Oceanía 

En tren bala a Hokkaido

El Japan Rail Pass (válido para siete, 14 o 21 días; desde 241 euros) es un billete multiuso para viajar por todo Japón. Ofrece acceso ilimitado a todos los trenes nacionales de la red ferroviaria japonesa JR, así como a servicios de autobús, ferris y traslado desde los aeropuertos al centro de las principales ciudades. También cubre la ruta del tren bala Hokkaido Shinkansen, que enlaza, a través del túnel submarino de Seikan, la isla de Honshu, la mayor de Japón, con la isla septentrional de Hokkaido, donde se encuentran algunos de los paisajes montañosos más remotos y bellos del país. El exclusivo Shiki-shima hace el mismo trayecto desde Tokio. Un tren con capacidad para 34 pasajeros repartidos en 10 vagones, dos de ellos panorámicos, y 17 suites de dos plantas con cuartos de baño privados. Fue diseñado por Ken Kiyoyuki Okuyama, creador de míticos coches deportivos como el Ferrari Enzo o el Porsche AG. Los interiores, decorados con materiales como el papel washi o la madera de ciprés japonés, están inspirados en la arquitectura tradicional nipona. Hay un coche restaurante con menús de Katsuhiro Nakamura, el primer chef japonés que recibió una estrella Michelin. Un capricho a partir de 2.000 euros.

De Kandy a Ella (Sri Lanka)

El viaje en tren desde Kandy hasta Ella, en Sri Lanka, está entre los más fotogénicos. El convoy avanza lentamente entre bosques, montes, cascadas y plantaciones de té, en un viaje de unas seis horas por las tierras altas de la isla del Índico. Se trata de una ruta con tres salidas diarias muy demandadas por los mochileros, por lo que conviene reservar con tiempo, especialmente para el tren más madrugador (el de las 8.47). En la web 12.go.asia se pueden comprar los billetes de primera clase por unos 18 euros.

Transiberiano y Transmongoliano

Hasta 1904, cuando se inauguró la línea férrea de 9.288 kilómetros que une Moscú con Vladivostok, atravesar Siberia era una difícil aventura, hoy reducida a un plácido traqueteo por las estepas y taigas siberianas. Actualmente, varios ferrocarriles distintos recorren la ruta del Transiberiano en una maraña de trenes con distintos números, precios, confort y destinos (el Transiberiano tiene paradas en las ciudades de Irkustk, Krasnoyarsk, Ekaterimburgo, Novosibirsk, Omsk y Tomsk). El billete de ida Moscú-Vladivostok en platzkart, la tercera clase —la manera ideal de viajar para los que quieran conocer a la gente del lugar y disfrutar de la vida en los trenes rusos en toda su plenitud—, cuesta a partir de 125 euros. Desde agosto de 2011, el Transmongoliano enlaza las capitales de Rusia y de China. Un recorrido de 14 días con paradas y excursiones en Kazán, Ekaterimburgo, Novosibirsk, Krasnoyarsk, Irkutsk, Ulán-Udé, Ulán Bator y Erlyán. Agencias especializadas como Icu Viajes o Rusia para descubrir organizan aventuras de 11 a 20 días en el Transiberiano y el Transmongoliano con precios que parten de 1.800 euros por persona, incluidos los vuelos.

Fotogénica Halong (Vietnam)

Hay pocos lugares tan escenográficos como la bahía de Halong, al norte de Vietnam, con más de 3.000 islas e islotes calcáreos que emergen del mar como la cola de un dragón. Juncos de velas rojas y barcos para turistas navegan entre las islas donde familias de pescadores viven sobre el agua en casas flotantes y barcas varadas al abrigo de paredes y cuevas. Empresas como Halong Bay Tours o Bhaya Cruises realizan cruceros de una y dos noches para ver el amanecer en la bahía desde unos 250 euros.

Por el desierto australiano en el Indian Pacific y The Ghan

Más de 4.000 kilómetros de desierto separan Perth, en la costa oeste de Australia, de Sídney, la gran ciudad al este del país. El Indian Pacific los recorre en un viaje de cuatro días y tres noches (desde 1.450 euros por persona) por las Montañas Azules y la llanura de Nullarbor. Otro tren australiano, The Ghan, un convoy de locomotoras y 42 vagones, emplea 54 horas en recorrer los 2.979 kilómetros que separan las ciudades de Adelaida, en el sur, y Darwin, capital de los territorios del norte, con una parada intermedia en Alice Springs (desde 2.213 euros). Con más de un kilómetro de longitud, es también uno de los mayores trenes de pasajeros, aunque es superado con creces por su compatriota, el tren minero Pilbara, de la compañía BHP, con ocho locomotoras, 662 vagones y siete kilómetros de largo. 

Tristán de Acuña (Reino Unido)

Solo 300 personas viven en el grupo de islas de Tristán de Acuña, formado por Tristán de Acuña, Inaccesible y las tres islas Ruiseñor. Situadas en el Atlántico Sur, figura en el Libro Guinness como el sitio habitado más remoto. La única vía de comunicación son los tres barcos pesqueros que cada dos meses hacen la travesía entre Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y la capital del archipiélago en un viaje épico de seis días. El precio de los pasajes de ida y vuelta, para los no residentes, es de unos 900 euros.

En paraw por Palawan

Tao Expeditions organiza cruceros de aventura en paraws (barcos tradicionales) por las islas más bonitas e inaccesibles del archipiélago de Palawan, al suroeste de Filipinas. Hay desde salidas de un día (45 euros) a travesías de cinco jornadas por 495 euros (barco, tripulación y comidas includidos).

África

De Zambia a Tanzania en el Mukuba Express

Construido en la década de 1970 para transportar cobre desde Zambia hasta la costa del Índico, el Mukuba Express recorre los más de 1.800 kilómetros entre New Kapiri Mposhi (Zambia) y la ciudad portuaria de Dar es-Salaam, en Tanzania, en un viaje de 46 horas por la sabana en el que se avistan jirafas, elefantes y otros ejemplares de la fauna africana desde la ventanilla. El precio de los billetes de primera clase con litera para el trayecto completo entre ambas ciudades es de unos 41 euros. Tazara (Tanzania-Zambia Railway Authority) también gestiona trenes turísticos como el de la reserva de Selous, a unos 200 kilómetros de Dar es-Salaam, o el lujoso Rovos, un tren safari que circula entre Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y Dar es-Salaam

Lago Tanganica

El viaje a bordo del MV Liemba, un barco de guerra alemán de 1914 inmortalizado por John Huston en la película La reina de África (1952), es una de las mejores experiencias que puede encontrar el viajero avezado en el continente. Una vez por semana, ya sin cañones, sigue recorriendo en cada sentido las orillas orientales del lago Tanganica, transportando pasajeros y mercancías entre las aldeas ribereñas de Zambia, Tanzania y Burundi. Para vivir la experiencia completa lo mejor es embarcarse en el puerto tanzano de Kigoma, a tres días en tren de Dar-es-Salaam (salidas los miércoles), y hacer la travesía que lleva a Mpulungu, al norte de Zambia, en un viaje de ida y vuelta de cinco días y 1.144 kilómetros (unos 105 euros por trayecto en camarote de primera clase). Otra opción es hacer el tramo entre Kigoma y Lagosa, puerta al parque nacional Mahale y su santuario de chimpancés (unos 36 euros por trayecto).

Por el Zambeze (Zimbabue y Zambia)

Tras despeñarse por el abismo de las cataratas Victoria, el río Zambeze sigue su curso durante 200 kilómetros hasta que se embalsa en el lago Kariba, una presa de 5.400 kilómetros cuadrados que divide Zimbabue y Zambia. El barco fluvial RV African Dream realiza travesías de nueve días por los ríos Chobe y Zambeze que permiten contemplar desde la borda hipopótamos, cebras, búfalos, antílopes, cocodrilos, elefantes y otros animales salvajes que acuden a abrevar a las orillas. Desde 5.115 euros por persona, con safaris y régimen todo incluido.

El Blue Train sudáfricano

El tren azul de Sudáfrica ofrece opulencia sobre raíles para un recorrido de 27 horas y 1.600 kilómetros entre las urbes de Ciudad del Cabo y Pretoria. En su periplo, este hotel de cinco estrellas atraviesa algunos de los parajes más fascinantes del África austral, como el desierto del Karoo o el parque nacional Kruger. En los vagones, maderas nobles y muebles art déco. Los precios superan los 3.000 euros por persona.

América 

El Tren Crucero de Ecuador

El antiguo Ferrocarril Transandino, inaugurado en 1908, unía Quito, la capital de Ecuador, con Guayaquil, en la costa, a lo largo de 450 kilómetros. El servicio, interrumpido en 1998, se reanudó en 2013 con fines turísticos convertido en el Tren Crucero. El viaje se puede hacer por tramos, como el que enlaza Quito y El Boliche, en el parque nacional de Cotopaxi, o completo: cuatro días a través de volcanes, páramos y quebradas como la de la Nariz del Diablo. El tramo Quito-El Boliche (Cotopaxi) cuesta desde 68 euros.

En los cañones de la Sierra Madre (México)

El ferrocarril Chihuahua-Pacífico o Chepe, como también se le conoce, es uno de los pocos trenes de pasajeros que quedan en funcionamiento en México tras la decisión de dejar las vías férreas únicamente para los de mercancías. La ruta (Chihuahua-Creel-Barrancas del Cobre-Bahuchivo-Los Mochis) discurre entre los angostos cañones de la Sierra Madre, el territorio de los Tarahumara. Se puede hacer de una tirada, pero lo ideal es repartirla entre varias escalas y aprovechar para visitar los espectaculares escenarios que atraviesa en su recorrido, sobre todo las Barrancas del Cobre. Hay dos tipos de trenes: El Chepe Express tiene salidas diarias, está pensado para turistas y solo cubre el trayecto Los Mochis-Creel (desde 106 euros). El Chepe Regional hace el recorrido completo entre Los Mochis y Chihuahua, pero solo tiene tres salidas semanales (desde 91 euros).

Expreso de Alaska

Acampar frente a un glaciar, dormir en bosques inabarcables de abedules y abetos, ver osos y contemplar algunas de las montañas más remotas del planeta son buenas razones para visitar el parque nacional Denali, en Alaska (EE UU). El Alaska Rail Road enlaza Anchorage y Fairbanks con paradas en lugares como Healy, puerta de entrada al parque, desde 129 euros por trayecto.

Travesía por el Amazonas

La cadena española Iberostar ofrece travesías por los ríos Amazonas y Negro desde Manaos (Brasil) en el Heritage Grand Amazon, un hotel flotante de cinco estrellas con camarotes desde 405 euros. Compañías como Rivers & Forest Expeditions, Jungle Experiences y Delfin Amazon Cruises ofertan viajes de distinta duración con salida desde Iquitos (Perú). Durante las rutas hay conferencias y charlas temáticas a cargo de expertos sobre la flora y la fauna del río. Desde 3.000 euros. 

En La Trochita por la Patagonia

Para recrear el viaje que Paul Theroux describe en su libro El viejo Expreso de la Patagonia (1979) hay que subir al tren de vía estrecha La Trochita, con seis vagones arrastrados por una locomotora a vapor de 1922 entre las localidades de Esquel y Nahuelpan, en la Patagonia argentina. Los billetes cuestan 25 euros por trayecto.

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