La Laponia portuguesa se «vendía» como un lugar mágico, que simulaba la atmósfera navideña del norte de Europa: pistas de patinaje, zonas repletas de nieve artificial, renos, espctáculos de auroras boreales, una noria gigante… Una maravilla, vaya.
Sin embargo, cuando un grupo de españoles llegó allí se encontró con una realidad muy distinta. En Capital do Natal, a las afueras de la capital portuguesa, se encontraron con un paisaje desolador: crías de animales sobre lonas, mucho barro y poca nieve, colas interminables…
Mi mujer y yo estuvimos en el supuesto parque temático de la Navidad de Lisboa #capitaldonatal .Nos sentimos estafados. NADA RECOMENDABLE. Si eso es La Ponia … pic.twitter.com/aNhEyTFE0i
— Jesús (@chuxpp) December 2, 2019
Los asistentes no dudaron en mostrar su disconformidad en las redes sociales, asegurando que se sienten completamente estafados. Además, consideran que han utilizado la publicidad engañosa para ganar dinero fácil ya que los precios de las entradas son muy altos: 24 euros para los adultos y 20 euros para los niños.
Además, los visitantes denuncian que los animales se encuentran en un estado deplorable. Tan solo hay dos renos en el parque temático, y se encuentran encerrados sobre lonas de plástico.
Estas fotos son de Capital do Natal un parque temático de la Navidad en Lisboa y estas son las condiciones en las que se encuentran los animales que tienen allí. Difundid para ver si conseguimos que devuelvan a los animales a su hábitat #CapitalDoNatal #Lisboa pic.twitter.com/2ncwzw3G4u
— Invisible boy 🌈 💙 (@juanma_mlsb) December 2, 2019
No solo los españoles han mostrado su enfado en redes sociales. Los portugueses también se han sumado a la protesta, señalando que en tan solo dos horas los niños ya se han aburrido y no hay apenas atracciones.
La estafa ha provocado un gran número de reclamaciones, quejas y cancelaciones. Muchos de los afectados españoles son de Badajoz y Huelva, y se han unido en una plataforma de Facebook para exigir una compensación.
En cuanto a la empresa organizadora, señala que es culpa de la agencia de publicidad por generar falsas expectativas entre los clientes.
Por lo tanto, lo que parecía en un principio un destino increíble para vivir una Navidad de ensueño, se ha convertido en una gran estafa. La Laponia portuguesa no merece la pena.