Gabriela Sevilla, la mujer peruana que aseguró haber sido secuestrada.RR.SS.
Una cadena de ayuda pocas veces vista en Perú se movilizó para hallar a una mujer embarazada a punto de dar a luz que había tomado un taxi rumbo a una clínica y no había llegado a su destino. Al cabo de un día y medio, la muchacha apareció en un hospital asegurando haber sido golpeada, intoxicada y sin Martina, su bebé. Tres hombres, dijo la joven, la habían secuestrado, la habían hecho parir y se habían llevado a su recién nacida.
Pero después de la rabia general sobrevino el desconcierto. Los exámenes médicos determinaron que Gabriela Sevilla Torello, de 30 años, no había estado embarazada. Su útero no había alojado a ningún bebé. Martina no existía. El ministro del Interior, Willy Huerta, fue quien dio la noticia. También se confirmó que no presentaba signos de haber sido maltratada ni tampoco de haber sido dopada.
El pasado viernes, la misma tarde en la que apareció, Gabriela abandonó el Hospital Militar envuelta en mantas e insistió en que sí había estado embarazada y que tenía cómo demostrarlo. Dijo que seguramente todo se trataba de un error, porque faltaba que le practicaran algunos exámenes, que le dolía ver el cuarto de su hija vacío, y que ella misma iba a salir a buscar a Martina. “Tengo registro de sus latidos y ecografías. ¡Como para que me digan que no es cierto!”, aseguró ante un enjambre de micrófonos y cámaras, en la puerta de la casa de su padre. Al día siguiente debía declarar ante la Fiscalía, pero no asistió. Tampoco continuó con la búsqueda de la niña.
El menú televisivo consistió durante varios días en entender qué había sucedido. La mayoría de programas, sobre todo los del mediodía, fabularon todo tipo de teorías y más de uno acusó a Gabriela Sevilla de haber armado todo para “amarrar” a su pareja. En las redes sociales, el machismo cobró aires de revancha, banalizando el asunto y tratando de ocultar así una verdad incuestionable: la inseguridad que sufren las mujeres. En los ocho primeros meses del 2022 se han reportado cerca de 7.800 denuncias por desaparición de mujeres en el Perú.
Con el paso de las horas, el panorama se comenzó a aclarar con la aparición de un nuevo personaje: su pareja. Ramiro Gálvez Ramírez, de 36 años, declaró ante la Policía al día siguiente de la desaparición de Gabriela Sevilla y lo que dijo le dio un giro a la historia. La fecha prevista para el parto, contó, era finales de agosto y eso, desde luego, le generó una serie de dudas. Según dice, Gabriela nunca le había mostrado sus evaluaciones clínicas. Solo un informe de un ginecólogo y un par de fotos de las ecografías. Señaló también que ellos habían estado separados y que convivían desde hacía tres meses. Habían discutido el día anterior a su desaparición, porque él había descubierto que el informe médico que le presentó era falso y que ninguna de las consultas en la clínica donde supuestamente iba a dar a luz habían sido por embarazo. La madre de Gabriela Sevilla estaba enterada de todo. Sin embargo, fue ella quien organizó una vigilia y clamaba por Martina, su supuesta nieta.
Gabriela Sevilla, junto a su pareja. RR. SS.
Únete para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
Al día siguiente, Gabriela Sevilla le escribió a Ramiro Gálvez insistiéndole que no mentía y que había roto fuente. Le mandó una foto de una toalla ensangrentada y le dijo que se iba a la clínica. Que se encontraran allí. Pero no llegó. La mujer dice que tomó un taxi de la calle, luego perdió el conocimiento, y despertó en un cuarto junto a tres hombres que le quitaron a su bebé y la amenazaron de muerte si contaba lo sucedido. No especificó cómo, pero la dejaron huir. Se encontraba en el distrito de Villa María del Triunfo, contiguo a Surco, donde vive. Allí pidió ayuda y fue a parar a la casa de un familiar en el mismo distrito, desde donde llamó a sus padres, quienes la condujeron al Hospital Militar de Jesús María.
El video en el que se ve a Gabriela Sevilla llegando en la madrugada del viernes a dicho hospital se ha hecho público. La mujer entra en compañía de su madre a paso ligero, sin mostrar ninguna complicación. Ha trascendido también que a través de Market Place, el sitio de comercio online de Facebook, Gabriela puso a la venta productos de bebés. Se presume que son los regalos de su baby shower. Sus padres, que un inicio defendían la versión de su hija, ya no han vuelto a hablar con la prensa.
Varios especialistas señalaron que podría tratarse de un caso de pseudociesis, un trastorno mental mediante el cual la mujer cree estar gestando, pues experimenta síntomas biológicos como el de un embarazo real: náuseas, corte de la menstruación, secreción de leche en las glándulas mamarias, entre otras. Sin embargo, no ha podido determinarse que lo sea. La otra posibilidad es que se trate de un delirio de embarazo, una condición psicológica donde también existe un convencimiento del embarazo, pero no incluye síntomas de por medio. El Ministerio Público solicitará ahora una evaluación psicológica. Será el único conducto para precisar si realmente padece un trastorno mental. De no ser el caso, podría ser acusada por el presunto delito contra la fe pública y falsedad genérica y ser condenada hasta a cuatro años de cárcel.
Suscríbase aquí a la newsletter de América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región
Source link