A ocho años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, no hay indicios que responsabilicen al expresidente de México Enrique Peña Nieto ni al extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos por la llamada “Noche de Iguala”.
En entrevista con Aristegui en Vivo, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos humanos, Población y Migración de la Segob, señaló que hasta su más reciente reporte ninguno de los dos funcionarios mencionados son señalados como participantes directos de la desaparición de los jóvenes; sin embargo, no descartó ni afirmó que Peña y Cienfuegos sean investigados por posibles omisiones en la investigación del caso o por su presunta participación en la llamada “verdad histórica”.
Al hablar sobre el caso específico de Enrique Peña Nieto, el subsecretario espetó lo siguiente:
“Me preguntaron si había elementos acreditando una responsabilidad sobre su intervención. No los tenemos. No vamos a inventar ni información ni culpables”.
Encinas reiteró que, como se dio a conocer en el informe de ayer, hay 33 personas que tienen indicios de la comisión de diversos delitos. Al ser cuestionado sobre el general Salvador Cienfuegos, el subsecretario indicó que tampoco existen elementos para afirmar su participación directa en la desaparición de los muchachos.
Carmen Aristegui: En el caso de Salvador Cienfuegos, Alejandro…
Alejandro Encinas: No, tampoco.
Carmen Aristegui: ¿Ni Peña Nieto ni Cienfuegos ni nadie de ese nivel está entre los 33?
Alejandro Encinas: Ya no puedo decirlo, ahí sí es asunto del de la Fiscalía…
Encinas fue enfático en aclarar que el deslinde de responsabilidades de Enrique Peña Nieto y el general Cienfuegos corresponde a la llamada “Noche de Iguala”; es decir, estrictamente a la agresión directa y desaparición de los estudiantes, no a las omisiones e irregularidades que tuvo la que fue presentada por la administración pasada como “verdad histórica”.
Carmen Aristegui: A ver, ni Peña ni Cienfuegos se refiere a la noche de Iguala, a la agresión directa y desaparición de los chicos, pero no se refiere a lo que vino después que es toda la trama de la investigación formal. Ahí dejamos la interrogante de si Peña, Cienfuegos o alguien más participó….
Alejandro Encinas: Así es.
Carmen Aristegui: Ya, lo dejamos abierto a la duda.
Alejandro Encinas: A la investigación, no a la duda.
Durante la charla, el funcionario de la Segob reiteró que la desaparición de los jóvenes corresponde a un crimen de Estado, lo que, dijo, significa asumir la responsabilidad ante los trágicos hechos ocurridos en septiembre de 2014.
“En primer lugar es asumir la responsabilidad, hoy que formamos parte del Estado mexicano, de un hecho de oprobioso de la historia del país, donde lamentablemente agentes del Estado de muy distintos órdenes de gobierno: desde el ámbito municipal, estatal y federal, de las corporaciones de seguridad pública, de las corporaciones de procuración de justicia y otras áreas, se coludieron no solamente para crear una verdad histórica que no se apegue a la realidad, sino que muchas de estas instituciones participaron directa o indirectamente en la desaparición de los muchachos”.
Una de las cosas que reveló el informe de ayer fue que entre los jóvenes desaparecidos había un militar infiltrado, Julio César López Patolzin, quien también formó parte de los 43. Al respecto, Encinas detalló que incluso existe un protocolo especial para la búsqueda de soldados desaparecidos el cual nunca se activó, lo cual se está investigando.
“Era estudiante. Él estaba estudiando, estaba inscrito en en la escuela, estaba plenamente acreditado. Sus superiores sabían que iba en este grupo de estudiantes. Supieron que fue parte de los estudiantes y en ningún momento hicieron absolutamente nada por garantizar su integridad y buscarlo. Incluso hay un protocolo especial en la Defensa Nacional para la búsqueda de soldados desaparecidos que no se implementó y esto hubiera permitido pues estar con ayuda de anticipación y evitar la desaparición de los muchachos”.
Encinas reiteró también que no se tiene evidencia de que los jóvenes desaparecidos se encuentren con vida y, dijo, los testimonios coinciden en que hubo “la orden de aniquilarlos”.
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