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Nicolás Maduro escala en su guerra contra los medios independientes de Venezuela

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, presenta en Caracas el balance de trabajo frente a la covid-19, el 10 de enero pasado.Prensa Miraflores / EFE

En un mismo día, todos los equipos de una televisora por Internet fueron confiscados por las autoridades, un diario regional sufrió un cierre administrativo, una web informativa fue atacada digitalmente y otro grupo de medios fueron blanco de una campaña que los acusaba de recibir fondos del extranjero para promover una agenda contra Nicolás Maduro. El pasado fue un viernes negro para la prensa venezolana, en un año en el que ya se ha reacomodado el tablero político con la toma por parte del chavismo de la Asamblea Nacional, luego de las cuestionadas elecciones del 6 de diciembre, el único espacio de poder que tenía la oposición y que era reconocido como legítimo por la comunidad internacional.

Las hostilidades del chavismo con el periodismo parecen agudizarse en esta nueva etapa. Venezuela ya ha visto cerrar centenares de medios —incluidos su primera televisora y su primera radio— y atraviesa su mayor crisis humanitaria y política en medio de una espesa capa de desinformación. Los medios independientes en su mayoría digitales se han convertido en las únicas ventanas de los ciudadanos de un país donde ya no circulan periódicos nacionales y la televisión abierta y las emisoras radiales han abandonado su rol informativo, por los fuertes controles que ejercen las autoridades, que condicionan los permisos de operar a la línea informativa.

El viernes, funcionarios de Conatel (Comisión Nacional de Telecomunicaciones) y del Seniat (la autoridad tributaria) realizaron una inspección en las dos sedes en Caracas de Venezolanos por la Información (VPI TV), un canal informativo vía streaming. Las autoridades interrogaron al personal, revisaron correos electrónicos y confiscaron todos los equipos audiovisuales que les permiten operar, con el argumento de que no tenían facturas que respaldase su compra. Mientras eso ocurría, en Maracaibo también recibieron la visita de funcionarios el diario regional Panorama, ahora bajo cierre administrativo hasta el 12 de enero. El mismo día, el portal del diario Tal Cual, fundado por el fallecido Teodoro Petkoff —periodista y político de izquierda, uno de los más críticos del chavismo— sorteó un enésimo ataque digital que impide el ingreso a su web. Este medio ya ha enfrentado demandas judiciales de parte de altos funcionarios del Gobierno, como Diosdado Cabello, y también tuvo que dejar de circular en papel por las trabas para la adquisición de la materia prima para la impresión.

Otros medios como Efecto Cocuyo, fundado por la periodista Luz Mely Reyes, El Pitazo y Caraota Digital fueron blanco de una campaña de criminalización de su actividad. En informaciones replicadas en el periódico El Universal y el canal Globovisión, medios privados afines del chavismo, que cambiaron diametralmente sus líneas editoriales críticas al gobierno luego de cambiar de dueños en operaciones opacas, se les acusaba de recibir fondos de Reino Unido para promover agendas contra Nicolás Maduro.

El ruido que generaron estas acusaciones obligaron a la embajada británica en Venezuela a responder en un comunicado en el que señalan que “la libertad de expresión y los medios de comunicación libres son necesarios para la democracia” y que su defensa será una prioridad para ese país. Reconocen el impulso de proyectos de cooperación para la mejora de las capacidades del periodismo venezolano. “El Reino Unido seguirá apoyando a la sociedad civil en la promoción de los valores democráticos y los derechos humanos”, añade el texto.

El último informe de la organización Freedom House alerta sobre el retroceso en Venezuela de las libertades en Internet. Las restricciones se agudizaron durante la pandemia, cuando el país experimentó la mayor disminución de libertad en la red en los últimos cinco años. Junto con Cuba, Venezuela fue colocado en su reporte de 2020 como “no libre”. Ambas naciones están entre las 10 del mundo con mayores restricciones. El Instituto de Prensa y Sociedad también denunció que desde que se había declarado la pandemia en marzo pasado y hasta octubre el Gobierno había ordenado el bloqueo de 73 portales, entre ellos 26 medios de comunicación y otros 12 a plataformas con información sobre la covid-19.

El chavismo volvió esta semana a la Asamblea Nacional haciendo llamados al diálogo y la conciliación, pero a la par ha mantenido sus agresiones. En las últimas semanas han enfilado ataques hacia el financiamiento que reciben del extranjero organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación. Desde el sector de los activistas han advertido sobre una posible arremetida de parte del Gobierno contra este grupo, sobre el que se ha articulado parte de la distribución de la ayuda humanitaria. El diputado y número dos del chavismo, Diosdado Cabello, ha señalado como agenda del nuevo Parlamento la aprobación de una ley que prohíba el financiamiento desde el extranjero de ONGs, una vía para bloquear su actuación, como ya ha ha ocurrido en Nicaragua y Cuba.


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