Hoy, el lanzamiento de OpenAI Codex, un nuevo sistema de IA que traduce el lenguaje natural al código, marca el comienzo de un cambio en la forma en que se escribe el software de computadora.
En los últimos años, se ha hablado cada vez más sobre plataformas “sin código”, pero este no es un fenómeno nuevo. La realidad es que, desde los primeros dispositivos programables, los científicos de la computación han desarrollado avances en la forma en que “codificamos” el software.
Las primeras computadoras se programaron con interruptores o tarjetas perforadas, hasta que se inventó el teclado. La codificación se convirtió en una cuestión de escribir números o lenguaje de máquina, hasta que Grace Hopper inventó el compilador moderno y el lenguaje COBOL, marcando el comienzo de décadas de innovación en lenguajes de programación y plataformas. Lenguajes como Fortran, Pascal, C, Java y Python evolucionaron en una progresión, donde el lenguaje más nuevo (construido usando un lenguaje más antiguo) permitió a los programadores “codificar” usando cada vez más lenguaje humano.
Junto con los lenguajes, hemos visto la evolución de las plataformas “sin código”, incluido Microsoft Excel, el abuelo de la ausencia de código en la década de 1980, que permiten a las personas programar computadoras en una interfaz visual, ya sea en la escuela o en el lugar de trabajo. Cada vez que escribe una fórmula en una hoja de cálculo, o cuando arrastra un bloque de código en Code.org o Scratch, está programando o “codificando” una computadora. “Sin código” es código. Cada década, una gran innovación facilita la escritura de código para que la antigua forma de codificación sea reemplazada por la nueva.
¿Significa esto que la codificación está muerta? ¡No! No reemplaza la necesidad de que un programador comprenda el código. Significa que la codificación se ha vuelto mucho más fácil, de mayor impacto y, por lo tanto, más importante.
Esto nos lleva al anuncio de hoy. Hoy, OpenAl anunció OpenAI Codex, una forma completamente nueva de “escribir código” en el idioma inglés natural. Un programador de computadoras ahora puede usar el inglés para describir lo que quiere que haga su software, y el modelo generativo de Al de OpenAl generará automáticamente el código de computadora correspondiente, en su elección de lenguaje de programación. Esto es lo que siempre hemos querido: que las computadoras comprendan lo que queremos que hagan y luego lo hagan, sin tener que pasar por un intermediario complejo como un lenguaje de programación.
Pero esto no es un final, es un comienzo. Con el código generado por Al, uno puede imaginar una evolución en cada herramienta de programación, en cada clase de programación, y una explosión cámbrica de nuevo software. ¿Significa esto que la codificación está muerta? ¡No! No reemplaza la necesidad de que un programador comprenda el código. Significa que la codificación se ha vuelto mucho más fácil, de mayor impacto y, por lo tanto, más importante, como cuando las tarjetas perforadas fueron reemplazadas por teclados o cuando Grace Hopper inventó el compilador.
De hecho, la demanda de software hoy es mayor que nunca y seguirá creciendo. A medida que esta tecnología evolucione, la IA desempeñará un papel más importante en la generación de código, lo que multiplicará la productividad y el impacto de los informáticos y hará que este campo sea accesible para cada vez más programadores informáticos.
Ya existen herramientas que le permiten programar usando solo arrastrar y soltar, o escribir código usando su voz. Las mejoras en estas tecnologías y nuevas herramientas, como OpenAI Codex, democratizarán cada vez más la capacidad de crear software. Como resultado, aumentará la cantidad de código y la cantidad de codificadores en el mundo.
Esto también significa que aprender a programar, de una manera nueva, es más importante que nunca. Aprender a codificar puede abrir las puertas a las oportunidades y también ayudar a resolver problemas globales. A medida que se vuelve más fácil y accesible crear software, debemos brindar a cada estudiante en cada escuela el conocimiento fundamental para no solo ser un usuario de la tecnología sino también un creador.
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