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Niño milagro | Sufrió fractura de cráneo durante terremoto de 2017; gobierno no lo ha atendido

Niño milagro | Sufrió fractura de cráneo durante terremoto de 2017; gobierno no lo ha atendido

Alejandro, adolescente de 15 años, es sobreviviente del sismo del 7 de septiembre de 2017. Esa noche, quedó sepultado tras la caída de una barda. A seis años del acontecimiento, el joven y su madre siguen sin tener una vivienda digna y tampoco recibir apoyos para su tratamiento neurológico ni emocional, la ayuda ha venido de donativos de la sociedad civil.

Mi hijo es un milagro”, dice su madre Margarita Ramírez Sánchez, mujer discapacitada que hace cinco años fue adoptada junto con Alejandro por Romanita López, mujer altruista que les abrió las puertas de su casa y los integró a su familia.

“Gracias a mi madre Romanita tenemos derecho a una vivienda digna, ella nos ha ayudado. Ahora hacemos postres y los vendemos, con ella he aprendido realmente de la vida y el amor”.

Desde el corredor de la vivienda recién reconstruida, pues a Romanita el sismo también le dejó sin casa, cuenta todo lo que ha vivido con su hijo que en ese entonces tenía 8 años y pensó que estaba muerto al verlo sepultado entre los escombros.

La mujer de 35 años de edad recuerda que los médicos no le daban esperanza de vida. “Esa noche nos llevaron al hospital de especialidades en Salina Cruz, a mi hijo no le daban ni una hora de vida. A los seis días despertó, fue desconectado y dijo “qué hago acá”, en ese momento la vida me regresó”.

No hubo necesidad de ninguna cirugía, a pesar de qué traía fractura de cráneo severo, de tibia, de peroné y de rodilla.

Tras su alta, Margarita y Alejandro tuvieron el apoyo de una enfermera que les brindó su hogar por unas semanas, luego estuvieron en un albergue para damnificados en Juchitán, donde pasaron Navidad y Año Nuevo.

Al año siguiente, seguían deambulando de casa en casa. Se incorporaron a una iglesia evangélica en donde conocieron a Romanita, y fue en octubre de 2018 que llegaron a su vivienda.

Sin embargo, la salud de Alejandro parecía normal, sus cuadros de sinusitis crónica y lesiones en su ojo descendieron. Se incorporó a la escuela y todo continuó con normalidad.

Hace un mes, tras un esfuerzo grande que hizo, su ojo comenzó a inflamarse y nuevamente comenzaron los gastos médicos, su único sustento son las ventas con su madre adoptiva, por lo que decidió pedir apoyo a través de redes sociales.

Acudió con un neurocirujano, quién le solicitó estudios costosos debido a que su sospecha es que Alejandro tiene una fístula en el cerebro que requiere una operación urgente en la Ciudad de México.

“Nuevamente la angustia me llega, no tengo dinero para los estudios, y es que del gobierno lo único que recibí fueron pago de pasajes, específicamente de la señora Iveth, esposa del exgobernador de Oaxaca, Alejandro Murat”.

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El estudiante de Conalep y con aspiraciones a convertirse en Biólogo y Médico Veterinario tendrá que interrumpir sus estudios por unos meses por recomendaciones médicas; su caso amerita descanso absoluto.

“Ya se hizo el estudio en Oaxaca y ahora estamos esperando el diagnóstico, me preocupa que va a pasar con su salud“.

“Él era muy alegre y amoroso, pero ahora vive con mucha ansiedad, enojado, alterado, no le gusta el ruido, ni la luz, pero es un niño con muchos sueños y anhelos”.

Margarita anhela una vivienda propia.

Para Gustavo, hijo de Romanita, el vivir un sismo y reconstruirse es una constante. Cuando tiembla se asusta, pero está consciente de que sobrevivirá.

En la escuela, Gustavo de 16 años de edad ha aprendido a cómo actuar, aunque dice que “a la mera hora, todos corren”.

La llegada de Alejandro y su mamá le cambió la vida, al principio sentía celos, pero a cinco años está feliz y ha entendido que en ayudar está la vida.

Foto tomada en 2017 en Juchitán por Tercero Díaz/Cuartoscuro

Me han enseñado a amar, entender y comprender, al principio era un niño y no entendía porque otro niño y su mamá vivían con nosotros, pero ahora lo sé”.

Romanita López, la madre adoptiva, con mucho esfuerzo ha contribuido a cuidar a Alejandro.

“Vivimos con ellos, ella duerme en un colchón pequeño, él en su hamaca, y mis hijos se han acomodado también, somos felices y entendemos que la vida es eso, colaborar y ayudar”.

Lamentó que la ayuda gubernamental no haya llegado para quienes perdieron una extremidad o a un ser querido durante el sismo, pues la reconstrucción física de un ser humano es lo más una parte más dura.

Para las personas altruistas y que deseen ayudarles para la salud de Alejandro, el número de tarjeta de Margarita Ramírez Sánchez es: 4027 6657 1173 7222 y los teléfonos son: 971 177 08 85 y 971 142 58 70.


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