Septiembre es un mes de propósitos. Con la vuelta de las vacaciones, son muchísimas las personas que quieren bajar de peso para deshacerse de los kilos cogidos en el chiringuito de la playa.
Si este es tu caso, lo primero que debes hacer es olvidarte de las dietas milagro porque sencillamente no existen. No hay ninguna «fórmula mágica» para adelgazar. La clave del éxito está en cambiar algunos hábitos para tener un estilo de vida más saludable.
A estas alturas todas sabemos lo importante que es comer bien y hacer ejercicio. Los nutricionistas insisten en la importancia de seguir una dieta rica en frutas y verduras de temporada. Pero, ojo, porque esto no lo es todo.
Dormir bien ayuda a adelgazar
El metabolismo de cada persona funciona de una determinada manera, según como realice algunas funciones básicas, como la de tener un sueño de calidad. Sí, dormir bien es uno de los aspectos que más influyen a la hora de bajar de peso.
Según los expertos, una persona adulta debe dormir al menos ocho horas. Sin embargo, esto es algo que muy poca gente cumple ya que solemos dormir entre seis y siete horas al día. Aunque pueda parecer que esto es algo que sólo afecta a la energía física y mental que se tiene al día siguiente, también perjudica a la pérdida de peso. Dormir menos de lo recomendado conlleva una menor pérdida de grasa corporal.
Pero, ¿qué tiene que ver el sueño con la pérdida de peso corporal? Se debe a dos hormonas que guardan una estrecha relación con el apetito. Por un lado, la grelina, que genera la sensación de hambre. Cuando se duerme poco está más baja, y se tienen más ganas de comer. Y, por otro lado, la leptina, que genera la sensación de saciedad.