Ícono del sitio La Neta Neta

no era igual en el mundo primitivo

La teoría de la relatividad de Albert Einstein, uno de los científicos más importantes de la historia, señala que tendríamos que observar el universo antiguo y lejano funcionando a un ritmo significativamente más lento que el universo actual. Sin embargo, observar un período tan antiguo de nuestro universo supone un gran desafío incluso con las tecnologías actuales.

El mayor hallazgo realizado hasta la fecha ha sido posible gracias a ‘relojes’ de cuásares. Gracias a ellos, un equipo de investigadores ha conseguido observar un momento inicial de la evolución del universo y han llegado a una conclusión muy relevante: en el universo primitivo el tiempo corría cinco veces más despacio.

¿Por qué el universo primitivo iba más lento?

El astrofísico Geraint Lewis de la Universidad de Sídney en Australia y el estadístico Brendon Brewer de la Universidad de Auckland son quienes han estudiado las fluctuaciones de cuásares. Lo hicieron durante el amanecer cósmico, que tuvo lugar hace casi 13.000 millones de años y con una muestra de 190 cuásares ubicados en el universo primitivo identificaron la «dilatación del tiempo cósmico».

Geraint Lewis explica lo siguiente: «Donde las supernovas actúan como un solo destello de luz, haciéndolas más fáciles de estudiar, los cuásares son más complejos, como un espectáculo de fuegos artificiales en curso. Lo que hemos hecho es desentrañar este espectáculo de fuegos artificiales, mostrando que los cuásares también pueden usarse como marcadores estándar de tiempo para el universo primitivo», según recoge la revista ‘Muy Interesante’.

Y añade: «Mirando hacia atrás a una época en que el universo tenía poco más de 1.000 millones de años, vemos que el tiempo parece fluir cinco veces más lento. Si estuvieras allí, en este universo infantil, un segundo parecería un segundo, pero desde nuestra posición, más de 12.000 millones de años en el futuro, ese tiempo inicial parece retrasarse».

La conclusión es que el tiempo transcurría más despacio cuando el universo era joven, según indican las observaciones de estos objetos que parece que evolucionan a una quinta parte de la velocidad que vemos en la actualidad.

Esto es una consecuencia directa de la expansión del universo desde que tuvo lugar el Big Bang. Explicado de una manera sencilla, la expansión significa que la luz de los eventos cósmicos antiguos tiene que recorrer distancias cada vez más largas para llegar a la Tierra, razón por la cual tarda más tiempo en llegar. Así, los eventos cósmicos del amanecer del universo se desarrollan mucho más lentos en comparación con el mimo evento en el universo más próximo a nosotros.


Source link
Salir de la versión móvil