Las autoridades de la Reserva Federal no están tratando de provocar una recesión en su intento por controlar la inflación, que está en su nivel más alto en cuatro décadas, dijo el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell.
“No estamos tratando de provocar, y no creo que necesitemos provocar, una recesión”, dijo Powell, en respuesta a una pregunta de un miembro de la Comisión de Banca del Senado durante el testimonio semestral ante legisladores.
El presidente de la Fed dijo que el organismo está “fuertemente comprometido” con la reducción de la inflación, que se encuentra en máximos de 40 años, y los responsables de la política monetaria están reaccionando “rápidamente para hacerlo”.
“Es esencial que reduzcamos la inflación si queremos tener un periodo sostenido de condiciones sólidas en el mercado laboral que beneficien a todos”, afirmó.
La inflación sigue estando muy por encima del objetivo de la Fed del 2%, aunque hay algunos indicios de que un indicador del aumento de los precios que excluye los costos volátiles de los alimentos y la energía podría haberse estabilizado o suavizado un poco el mes pasado, dijo Powell.
El jefe de la Fed compareció ante la comisión del Senado una semana después de que el banco central estadounidense elevó su tasa de interés de referencia a un día en tres cuartos de punto porcentual, su mayor aumento desde 1994.
En una conferencia de prensa tras la decisión, Powell también explicó el camino cada vez más difícil que tiene por delante la entidad para reducir la inflación sin causar un gran daño a la economía en el proceso, especialmente un aumento significativo del desempleo.
“Nuestro objetivo es realmente bajar la inflación al 2% mientras el mercado laboral se mantiene fuerte (…) Lo que está cada vez más claro es que muchos factores que no controlamos van a desempeñar un papel muy significativo a la hora de decidir si eso es posible o no”, dijo Powell la semana pasada, citando la guerra en Ucrania y preocupaciones por la oferta.
“Hay un camino para que lleguemos allí (…) No es más fácil. Se está volviendo más desafiante”.
En su declaración ante el comité del Senado, Powell reiteró que alzas continuas de la tasa de política monetaria de la Fed serían apropiadas, pero “el ritmo de esos cambios seguirá dependiendo de los datos entrantes y la evolución de las perspectivas de la economía”.
“La inflación ha sorprendido obviamente al alza durante el año pasado, y podría haber más sorpresas”, dijo, añadiendo que los responsables de la política económica tendrían que ser “ágiles” en respuesta a los datos entrantes y a la evolución de las perspectivas.
Los comentarios de Powell ante el comité también mostraron lo mucho que ha cambiado el entorno de la inflación en los tres meses transcurridos desde que presentó el primero de sus informes semestrales a los legisladores.
En aquel momento, describió la inflación -que se situaba en el 6% anual según la medida preferida de la Fed- como “probablemente a la baja en el transcurso del año”.
Desde entonces, no se han visto señales de ello, a pesar de las tres alzas de tasas que han elevado el tipo oficial de la Fed a un rango de 1,50%-1,75% desde casi cero en el espacio de 13 semanas, y con más aumentos de los costos de los préstamos por venir.
Las proyecciones publicadas por los responsables de la Fed la semana pasada muestran que esperan que el crecimiento económico se desacelere por debajo de la tendencia este año, mientras que la tasa de desempleo de Estados Unidos, que actualmente es del 3,6%, comienza a subir.
Mientras tanto, han moderado sustancialmente sus expectativas sobre la rapidez con la que se reducirá la inflación, con una previsión mediana de una tasa anual a finales de año que se ha reducido al 5.2%, según su medida preferida, desde el 6.3% de abril. En marzo, la cifra era del 4.3%.
(Con información de Reuters)
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