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“No he estado con Sara Carbonero todo lo que debería”

Iker Casillas y Sara Carbonero están cerca de escribir un nuevo capítulo en su vida, o quizás deberíamos decir de volverlo a abrir. El matrimonio se va a instalar durante este mes en Madrid tras cinco felices años en Oporto. Un lustro con luces y sombras, sí, sobre todo con los ya conocidos problemas de salud de ambos, pero en el que ganan por goleada las primeras. Los dos vuelven a casa y lo hacen con varios proyectos en mente. El exfutbolista regresará al Real Madrid en calidad de asesor de Florentino Pérez casi con total seguridad. Menor certeza de su vuelta a Mediaset hay con la periodista, que deberá meditar más su futuro profesional inmediato.

No es fácil verles aparecer juntos ya que prefieren mantener su vida privada en un segundo plano. Sin embargo, Casillas ha roto su silencio tras su despedida del Porto FC y retirada deportiva después para protagonizar unas declaraciones tan contundentes como inesperadas: «No he estado con Sara Carbonero todo lo que debería». Una confesión lapidaria. El portero atiende a la revista ‘Semana’ para arrepentirse públicamente de no haber pasado más tiempo junto a su mujer en los delicados momentos que la toledana ha pasado en su lucha contra el cáncer de ovario que le extirparon.

Iker Casillas considera que quizás debería haber dado un paso adelante, al menos de manera pública, para acabar con los rumores en torno a su feliz matrimonio: «Con la situación que hemos tenido, en las últimas semanas igual no he estado mucho con Sara y eso da lugar a especulaciones», se sincera. No tiene tampoco problemas en desvelar que su vínculo con Sara se ha resentido a raíz de esta etapa de desgaste emocional. No obstante, resulta algo extraño o poco común que alguien tan celoso de su intimidad como Iker conceda una entrevista para hablar de su vida privada.

 

El guardameta habla sobre el motivo por el que Sara Carbonero está en España (Corral de Almaguer, Toledo) desde hace tiempo y por el que él se ha quedado a supervisar toda la mudanza: «Con esto de la pandemia, Sara ha querido estar más cerca de su gente. De su madre, de su hermana… Están muy unidas». Además, explica su ausencia en el entierro del abuelo de su mujer: «Sabíamos que estaba muy malito porque desde que se murió su abuela, él se ha ido apagando y entonces decidimos que Sara y los niños se fueran allí para estar cerca. No pude ir porque era la final de la Copa de Portugal y para entrar al estadio tenía que hacerme un test de coronavirus. Además era mi último partido con el equipo y en activo y tenía que estar. Después de ese partido no pinto nada más en el fútbol. El que lo quiere entender bien y si no, me da igual», admite tajante.

Hasta que se anuncie su vuelta al Real Madrid como hombre de confianza de presidencia, Iker Casillas y Sara Carbonero pasarán el verano a caballo entre sus pueblos. Al ser personas de riesgo no quieren exponerse más de la cuenta. Su nueva vida va tomando forma.




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