El mango es una de las frutas más deliciosas que puedes incluir en tu alimentación, una fruta con un increíble sabor tropical y dulce que puedes consumir de diferentes maneras, incluso en ensalada… ¡Le da un toque de sabor espectacular!. ¿Sabías que se puede aprovechar el hueso del mango para otros usos? ¡Descubre para qué y no vuelvas a tirarlo!.
El mundo del reciclaje es muy amplio, y resulta especialmente interesante poder aprovechar lo que desechamos de la comida para darle un nuevo uso, algo que con la fruta se puede hacer sobre todo con huesos y cáscaras. De prácticamente todas las frutas puedes aprovechar algo una vez que te las has comido.
Cómo aprovechar el hueso del mango
Una de las mejores formas de aprovechar el hueso del mango es extrayendo las propiedades de la semilla o almendra que está en el interior del hueso, ya que es muy rica en ácidos grasos, polifenoles y fitoesteroles. Macerando la semilla en un aceite portador conseguirás extraer todas sus propiedades y disfrutar posteriormente de sus beneficios.
Toma nota de estos pasos para poder completar el proceso de forma sencilla:
- Una vez que te comes el mango, coge el hueso y mete la punta del cuchillo en la parte más fina, la que es menos redondeada, ya que será más sencillo abrir por ahí.
- Con la punta del cuchillo ve separando poco a poco las dos partes. Un buen truco es dejarlo hasta el día siguiente sin abrir ya que en ese tiempo se secará y será más fácil abrirlo. Eso sí, ten en cuenta que si vas a sembrar la semilla deberás abrir el hueso nada más comerlo. La semilla que sacarás del interior del hueso es similar a una nuez de macadamia.
- Elige un aceite portador, que será el aceite al que vas a transmitir todas las propiedades de las semillas del mango. La cantidad puede ser como un bote pequeño. Puedes utilizar aceite de oliva, de coco, de almendra… ¡el que quieras!.
- Tritura la semilla y añádela al aceite, poniendo la mezcla al baño maría durante tres horas, a fuego mínimo. Si quieres puedes añadir al bote cáscara de limón o de naranja, o bien una ramita de canela, para aromatizar la mezcla.
- Una vez transcurrido el tiempo, pasa todo a un frasco de cristal que esté bien limpio y deja que repose durante una semana, en un lugar oscuro.
- Pasados los días de reposo ya podrás utilizar tu nuevo aceite, por ejemplo añadiéndolo en cremas hidratantes, labiales, jabones, geles… prácticamente se lo puedes añadir a cualquier producto que tenga esa textura y se pueda mezclar bien, potenciará sus propiedades y tu piel o cabello serán los grandes beneficiados.
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