Esto, luego de que EU activara el Título III de la Ley Helms-Burton; “nadie va a arrebatarnos la Patria que los padres nos ganaron de pie”, expresó el presidente.
Después del anuncio hecho por Estados Unidos sobre activar el Título III de la Ley Helms-Burton de 1996, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró este miércoles que los cubanos “no nos rendimos”.
“Nadie va a arrebatarnos, ni por la seducción ni por la fuerza, la Patria que los padres nos ganaron de pie”, puntualizó el gobernante en su cuenta de Twitter.
Al comentar el anuncio por parte de Washington de la puesta en marcha del Título III de la Ley Helms-Burton, el próximo 2 de mayo, el mandatario consideró que “el Título III no es peor que el I ni el II, que están en la cartera de acciones contra todo el pueblo de Cuba”.
Los cuatro párrafos que componen la Ley Helms-Burton están en vigor desde 1996, pero se había limitado hasta ahora a la posibilidad de entablar demandas legales al amparo del Título III.
El primero de esos puntos está dirigido a fortalecer internacionalmente la aplicación del bloqueo y las sanciones económicas contra Cuba, mientras el segundo establece una especie de plan de transición política en el país caribeño y de intervención de Estados Unidos.
El Título III confiere a los ciudadanos estadounidenses la posibilidad de presentar demandas en cortes federales contra quienes “trafiquen” con “propiedades confiscadas” en Cuba, y extiende esa autorización a propietarios que no poseían la ciudadanía estadounidense al momento de las nacionalizaciones.
En el Título IV, la Ley Helms-Burton prohíbe la entrada a Estados Unidos de ejecutivos y sus familiares y de propietarios de entidades que “trafiquen” con las propiedades nacionalizadas o expropiadas en Cuba.
Sobre el tema, la Cancillería de Cuba dijo este miércoles en Twitter que en 1996, el mismo año en que entró en vigor la Ley Helms-Burton, La Habana aprobó la Ley 80 de Reafirmación de la Dignidad y Soberanía Cubanas.
Esa legislación, establecida por la Asamblea Nacional del Poder Popular (Congreso), declara ilícita la ley hostil estadounidense, la califica de inaplicable y sin valor ni efecto jurídico alguno, y considera nula toda reclamación amparada en ella por parte de persona natural o jurídica, cualquiera que fuere su ciudadanía o nacionalidad.
No obstante, Cuba reafirmó su disposición a brindar una adecuada y justa compensación por los bienes expropiados a las personas naturales y jurídicas que en aquel momento ostentaban la ciudadanía o nacionalidad estadounidense.
Como parte de las medidas de Washington, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, también anunció este miércoles restricciones adicionales a los viajes y límites al envío de remesas hacia Cuba.
Sobre este último punto, sólo se permitirá el envío máximo de mil dólares cada tres meses.
Al hablar en Miami, Florida, ante participantes en la fracasada invasión a Cuba en abril de 1961, Bolton anunció que se agregarán cinco nombres a la lista de entidades cubanas prohibidas para los estadounidenses.
Canciller rechaza “discurso agresivo y calumnias” de Bolton en Miami
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, repudió este miércoles de manera “firme y categórica” los pronunciamientos del asesor de John Bolton, en Miami.
“Repudio firme y categóricamente discurso agresivo, calumnias y medidas de recrudecimiento del bloqueo anunciadas por Asesor de Seguridad Nacional de EEUU”, escribió Rodríguez en su cuenta en la red social Twitter.
El consejero del presidente estadounidense Donald Trump señaló, además, que se eliminará la autorización para que compañías y bancos de Cuba realicen transacciones en terceros países que indirectamente se efectuaban a través del sistema bancario estadounidense.
Para el canciller cubano, las medidas constituyen “una nueva agresión al pueblo cubano y estadounidense, a la emigración cubana y a Estados soberanos”.
Promulgada en 1996 con William Clinton en la Casa Blanca, la ley Helms-Burton amplía el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos contra Cuba desde 1962, y sólo puede ser derogada por el Congreso.
Por el carácter extraterritorial del capítulo III y porque también castiga a firmas extranjeras que realicen negocios en Cuba y niega el ingreso a territorio estadounidense de directivos de esas empresas, la legislación es considerada una injerencia en la jurisdicción de esos países y una violación de su soberanía.
Canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Debido al rechazo internacional por el carácter extraterritorial de la Ley, los predecesores de Trump evitaron la puesta en práctica del capítulo III mediante suspensiones que se prorrogaban cada seis meses.
La Unión Europea y Canadá anunciaron este miércoles que no reconocerán las sentencias que puedan dictarse en Washington contra intereses europeos o canadienses en Cuba y advirtieron que adoptarán represalias.
Cuba planteó a Estados Unidos en 1960, y ha reiterado al paso de los años, su disposición a negociar un acuerdo de suma total para que puedan ser compensados los 5 mil 903 antiguos reclamantes, pero el gobierno estadounidense ha rechazado todo diálogo al respecto. (Xinhua)