No peligra la final ante la Real para Iñigo Martínez

En Bilbao temen que Iñigo
Martínez no pueda disputar la vuelta de las semifinales de la presente edición de la Copa del Rey por su expulsión de ayer ante el Levante en Liga, pero nada hace pensar que esa sanción se pueda extender hasta la final copera del día 3 contra la Real Sociedad. El central de Ondarroa fue expulsado una vez finalizado el encuentro del viernes en Orriols por golpear con la mano en la cara de Sergio
León. Si el Comité lo considera como una agresión y por lo tanto una infracción grave le pueden caer cuatro o más partidos, que tendría que cumplir tanto en Liga como en Copa. Si lo considera leve, el castigo será de entre uno y tres encuentros a cumplir en Liga. En el primero de los supuestos, Marcelino no podría echar mano de él el jueves en el encuentro copero ante el Levante, pero, en principio, sí en la final de la Cartuja del día 3 de abril ante la Real Sociedad ya que el cuadro bilbaíno tiene cinco encuentros oficiales antes que ése.

Además, Iñigo podría beneficiarse del precedente de su amigo Asier
Illarramendi. El mutrikuarra vio la tarjeta roja por doble amarilla en el último partido de la presente edición copera de los donostiarras, el disputado ante el Betis en Sevilla. El cuadro de Imanol fue eliminado y finalmente el Comité de Competición resolvió que el capitán realista debía cumplir su partido de sanción en el primer duelo de la Copa del Rey de la campaña 2021/22 y no en la final de Copa de la 2019/20, aunque se trataba del encuentro copero inmediatamente posterior. No son situaciones similares, pero aplicando el mismo criterio, Iñigo no cumpliría su castigo en la final incluso en el improbable caso de que le sancionaran con seis o más encuentros.

Iñigo fue expulsado ayer por el siguiente motivo, según el acta arbitral redactada por Díaz
de
Mera: «En el minuto 90 el jugador (4) Martinez
Berridi, Iñigo fue expulsado por el siguiente motivo: Una vez finalizado el encuentro y estando todavía en el terreno de juego, golpeó con su mano en la cara a un adversario con uso de fuerza excesiva. Este hecho fue comunicado a ambos delegados en el túnel de vestuarios, ya que el jugador implicado había abandonado el terreno de juego».


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