Era “ofensivo” un aeropuerto como el que se proyectaba en Texcoco, pagado con los recursos de “un país empobrecido hasta la miseria extrema”, dijo el consejero jurídico.
Por Luis Pérez Alonso
Durante el arranque de las obras del aeropuerto de Santa Lucía, Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico de la Presidencia, celebró que el aeropuerto de Santa Lucía “es ahora una realidad” y pidió a la ciudadanía que su construcción “no cause más divisiones”.
Frente a las críticas de la oposición, el funcionario reconoció que “no tendremos el aeropuerto más caro del mundo, el más lujoso y avanzado, en cambio, tendremos uno complementario, austero, decoroso, funcional, seguro, digno y moderno”.
El abogado consideró como “ofensivo” un aeropuerto como el que se proyectaba en Texcoco, pagado con los recursos de “un país empobrecido hasta la miseria extrema”.
Ahora “somos partícipes de una transformación incluyente, que busca el desarrollo pleno de la nación en todas sus áreas de oportunidad y el bienestar de todos los mexicanos, sin excepción, aunque existan discrepancias sobre múltiples asuntos, al final nos vamos a entender”.
Scherer sostuvo que en el gobierno federal se trabajó arduamente para “superar alevosos impedimentos legaloides”, presentados por los grupos opositores al proyecto aeroportuario, “resistiendo senderos torcidos que sólo beneficiaban a unos cuantos”.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que la base aérea de Santa Lucía, por la firmeza del suelo, es mejor opción que construir el aeropuerto en Texcoco, “una zona de hundimiento permanente”.
“Claro que se puede hacer un aeropuerto (en Texcoco), hasta en medio de un océano, pero cuesta mucho hacerlo y mantenerlo”, comparó.
“No podemos hacer obras faraónicas habiendo tantas necesidades en nuestro país… Texcoco iba a costar 300 mil millones de pesos, mucho dinero y a eso habría que añadir los imprevistos”, concluyó.