Fran Rivera ha roto su silencio. Después de haberse enviado una serie de ataques con su hermano Kiko, el torero ha ofrecido la que ya es considerada “su entrevista más dura” y en la que no ha tenido reparo al hablar tanto de la tonadillera como del DJ, cortando lazos especialmente con éste último pese a que parecía que las aguas habían vuelto a su cauce entre ellos.
Fue durante la noche del pasado sábado 7 de mayo cuando Kiko Rivera se sentó en el plató de Sábado Deluxe para hablar sobre cuál era su relación actual con algunos miembros de su familia, entre los que estaba su hermano Fran. El marido de Irene Rosales no tuvo reparo alguno a la hora de pedir al diestro que no hablara sobre su madre pese a la polémica que giraba en torno a ella. Unas palabras que no han gustado al hijo de Carmen Ordóñez, que ha reaccionado tajantemente: “Quiero zanjar este tema, que me genera muchas cosas malas que no quiero en mi vida (…) Tengo mucha pena y rencor. Me gustaría aparcar este tema del que tanto hemos hablado y que no tiene solución. Eso es lo más triste de todo. En treinta y siete años que hace que murió mi padre, esta señora, Isabel Pantoja, no ha tenido ni un atisbo de bondad”, comenzaba explicando en un testimonio que no ha dejado indiferente a nadie.
En esta ocasión, era la revista ¡Hola! la que salía a la luz este mismo miércoles con Fran Rivera en portada, en un intento por aclarar todo lo sucedido y cuál es el punto de origen de su enemistad con la intérprete de Marinero de luces: “Al fallecer mi padre había un testamento. Ahí hubo muchos abusos e irregularidades de muchos lados (…) La única verdad de todo es que, por una cosa o por otra, hay dos de los tres hijos a los que no les ha llegado nunca lo que él quería, porque su viuda no quiso. Ese es el principio… y hoy es el final”, admitía con contundencia. Y aunque no culpa a Kiko directamente por la actitud de su madre, sí que deja entrever que él habría tomado un camino distinto en su posición: “Me consta que sí ha hablado alguna vez con su madre y le ha dicho que, por favor, nos dé nuestras cosas, porque además nos perjudica en nuestra relación de hermanos. También te digo que si la historia fuera al revés, cuando yo hubiera cumplido la mayoría de edad, hubiera cogido las cosas y se las hubiera dado a mi hermano”, aseguraba.
Respetuoso y tolerante
Aunque Kiko fue muy tajante a la hora de lanzarle ciertas pullas a su hermano por vía televisiva, lo cierto es que esta es una actitud que Fran ha comprendido perfectamente, llegando incluso a compadecer al cantante: “Si las cosas que él dice que le ha dicho su madre me las hiciera la mía, se me ponen los pelos de punta. No concibo que una madre pueda hacer esas cosas a un hijo. Me da pena y lo siento por él, porque entiendo que su vida no ha sido fácil”. No obstante, cree que ha sido un tanto injusto a la hora de hablar sobre su madre: “Mi madre no le ha hecho daño a Kiko jamás. Es más, es que mi madre no le ha hecho daño a nadie (…) Mi madre tenía una enfermedad, porque la adicción a la cocaína y a los somníferos es una enfermedad que mata a las personas y destroza familias. ¿Y de verdad Kiko va a señalar a mi madre? (…) Tuvo muy poca relación con ella, pero no puede tener ni media pega, porque la que más apoyó nuestro acercamiento fue ella. En mi boda con Eugenia, la que más pendiente estuvo de él en todo momento para que estuviera bien fue mi madre”, declaraba para el medio citado, visiblemente apenado y sin esperanza alguna de retomar el contacto con Kiko: “Todos tenemos un límite de perdones y oportunidades… y el mío ya ha llegado (…) Kiko ha dicho muchas cosas de mí, no es la primera vez que me deja a la altura de los cascos de los caballos. Mi corazón está muy dolido”.
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