El invierno está prácticamente a la vuelta de la esquina y las bajas temperaturas comienzan a notarse por lo que dentro de poco comenzaremos a encender la calefacción o las estufas en casa. Sin embargo, existen algunos trucos o remedios que pueden servirnos para que no tengamos que hacer un gasto excesivo. Trucos como el hecho de tener un ventilador de techo en casa y que te puede servir, aunque te parezca increíble, para no volver a pasar frío.
El ventilador de techo puede servir para no pasar frío
Puede que pienses que el ventilador que tienes en el techo no lo vas a volver a necesitar hasta que sea de nuevo verano, pero lo cierto es que este elemento presente en muchas casas puede ser también muy útil durante el invierno.
¿Cómo debo usar el ventilador de techo para no pasar frío? Lo primero que tienes que hacer es fijarte por que en casi todos los ventiladores de techo, encontrarás un pequeño interruptor en la base en alguna parte que tiene una función muy específica.
Por si no lo sabías, el ventilador de techo puede moverse en dos direcciones: en el sentido contrario a las agujas del reloj o en el sentido de las agujas del reloj. Lo más probable es que estés acostumbrado a hacer funcionar tu ventilador de techo en sentido contrario a las agujas del reloj, de modo que notas el aire fresco en verano. Pero si le cambias el sentido y lo colocas en el de las agujas del reloj, el ventilador subirá el aire frío y empujará el aire caliente hacia abajo y con ello que notes el ambiente más caliente.
No es que notes que la temperatura cambia en la estancia en la que está el ventilador, como cuando enciendes la estufa o la calefacción, pero sí que notarás que la habitación está más caliente. Eso sí, asegúrate de apagarlo cuando no estés en la habitación para ahorrar energía.
Un truco sencillo que puedes poner a prueba este invierno en el caso de que tengas un ventilador en el techo de tu dormitorio o por ejemplo, del salón. Y en el caso de que no tengas ventilador puedes recurrir a otros trucos para calentar la casa y no gastar tanto en calefacción. Uno de los remedios más básicos es dejar las persianas subidas durante el día y cuando hace sol y también, aislar las ventanas con burletes para evitar que entre el frío.
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