No vuelvas a hacer esto: tus ojos corren peligro

Si llevas lentes de contacto, seguro que ya sabes lo importante que es la limpieza de éstas. Pero, ¿cambias con la frecuencia adecuada el portalentes? Son muchas las personas que se olvidan del adecuado mantenimiento del estuche de las lentes de contacto, y lo cierto es que es igual, o incluso más, importante. Y es que, el portalentes puede alojar una gran cantidad de bacterias y virus que pueden poner tus ojos en serio peligro. Las consecuencias pueden ser catastróficas: desde una úlcera en la retina hasta una infección que provoque la pérdida de visión.

Por este motivo, es esencial limpiar el portalentes, y cambiarlo con la frecuencia recomendada por los expertos. El óptico Jesús Burón, conocido en Internet como «El Óptico en las Redes», aconseja hacerlo cada vez que se renuevan las lentes de contacto. Por lo tanto, si tienes unas lentillas mensuales, tienes que cambiar el estuche cada mes.

Ahora bien, Jesús Burón sabe que esto supone tener que comprar estuches sueltos porque éstos vienen con los botes de solución de mantenimiento, que suelen durar unos tres meses. Teniendo esto en cuenta, puedes cambiar el portalentes cada vez que abras una solución de mantenimiento nueva.

Uno de los errores más comunes a la hora de limpiar el estuche de las lentillas es hacerlo con agua. Hay que limpiarlo siempre con la solución de mantenimiento, frotando con los dedos limpios. Luego, se seca con papel de cocina absorbente y se tapa cuando esté completamente seco para evitar la proliferación de bacterias.

¿Cómo limpiar las lentillas?

Gonzalo Carracedo, doctor en Optometría y Visión por la Universidad Complutense de Madrid en el ‘Libro blanco de la salud visual en España’, editado por el CGCOO, explica lo siguiente: «Una mala limpieza provocará, de inicio, sintomatología de incomodidad, incluso una disminución de la calidad visual por el uso de una lente de contacto que no esté bien limpia. Además, podría provocar irritación ocular, ya sea porque los limpiadores utilizados no han sido correctamente aclarados o por unas lentes de contacto llena de depósitos. Por último, siguiendo el orden de severidad y, por tanto, el más importante de los problemas provocados por una mala higiene de las lentes de contacto, aparece el riesgo de infecciones oculares, que llega a aumentarse de forma exponencial».

Si la falta de higiene, tanto de las lentes de contacto como del estuche, persiste en el tiempo, el riesgo de sufrir una infección es muy alto. ¡Tus ojos corren peligro!


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