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“Nos vamos a casar le pese a quien le pese”

Tamara Falcó ha protagonizado la primera reacción después de estallar toda la polémica por la infidelidad de Íñigo Onieva. Su aparición no ha podido tener un mensaje más potente. La hija de Isabel Preysler ha salido de su casa en el centro de Madrid pasadas las 19:00 horas de la tarde. La prensa la esperaba en la puertas del domicilio para preguntarle por toda lo sucedido desde que esta mañana se filtrara el vídeo de su prometido besando a otra chica hace dos semanas.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en Madrid / Gtres

La sorpresa ha llegado cuando la marquesa de Griñón ha salido a la calle en compañía de su novio. Entre una lluvia de flashes, la pareja -que anunció su compromiso hace 24 horas- ha aparecido agarrada de la mano, demostrando su unión y quizá dando a entender que ningún obstáculo va a derrumbar su amor. Al menos no por el momento. Ha sido bastante interesante estudiar al milímetro el lenguaje gestual de ambos, que no podía ser más antagónico. Mientras Tamara sonría ligeramente, Íñigo se mostraba con un semblante serio, caminando a toda prisa hasta el coche que les esperaba en la puerta y que les ha transportado hasta Aravaca.

A su llegada al evento al que acudían, la pareja ha vuelto a caminar agarrada de la mano y es cuando se han producido las primeras declaraciones por parte de Íñigo Onieva: «Estamos muy contentos con haber tomado esta decisión. Es un paso que nos emociona a los dos», empezaba diciendo. «Es una lástima que siempre haya gente que quiera destrozar nuestra relación. He ido a ese lugar varias veces y esas imágenes (besando a otra) son de 2019», continuaba.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en Madrid / Gtres

Ante la pregunta de si la boda va a seguir para adelante, la marquesa guardaba silencio, pero su novio ha vuelto a alzar la voz: «Estamos muy contentos, quiero a Tamara con locura. Nos vamos a casar pese a quien le pese. ¿Daño para que no nos casemos? Siempre sacan cosas inventadas. Me da tristeza que este momento tan especial se haya manchado». Sobre el collar que llevaba en el vídeo y que supuestamente habría lucido en la edición de 2022 del festival, Íñigo se defiende: «Los outfits de Burning Man se repiten año tras año». Por último, Tamara Falcó sólo ha roto su silencio para contestar a la pregunta de si perdonaría una infidelidad: «¡¿Estamos locos o qué!». 

De esta manera, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han dado portazo a un día cargado de polémica. Y es que, tan solo unas horas después de que la marquesa de Griñón anunciara su compromiso con el empresario, saltaban las alarmas en todos los rincones del país al hacerse público un vídeo del protagonista en cuestión besándose con una misteriosa mujer moderna durante el Festival Burning Man, celebrado en Black Rock City (Nevada). Algo que los seres queridos del futuro marido de Tamara aseguran que tuvo lugar en 2019, pero que habría hecho enfadar bastante a la ganadora de MasterChef Celebrity 4.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en Madrid / Gtres

La primera reacción de Tamara Falcó llegó a través del periodista Iván García en Ya es mediodía. El reportero confirmó que la hija de Isabel Preysler habría recibido el contenido de este inoportuno vídeo a primera hora de la mañana: “El contenido del vídeo le llega a Tamara Falcó a las 9 de la mañana. Está destrozada (…) Le da veracidad a las imágenes porque le han hecho llegar una foto con ese collar del 31 de agosto de este año. Tamara se plantea qué va a hacer. A este momento, la boda sigue”, ha detallado el comunicador, aclarando que este enlace era algo muy esperado para la chef, aunque su novio habría adelantado los preparativos con fines económicos: “Tamara soñaba con esta boda, quiere casarse y tener hijos. De hecho, en cuanto se case vendrá el niño. Pero es cierto que no iba a ser tan precipitado, pero como estaba Tamara en negociaciones con Netflix para firmar o no la segunda temporada de su serie, Íñigo se ha visto obligado a adelantar sus planes para que eso se cierre”.


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