Novelas imprescindibles y frases célebres de Gabriel García Márquez

Conocido como uno de los escritores más importantes del siglo XX, Gabriel García Márquez nació en Colombia en 1927 y murió en México en el año 2014. Entre sus hitos a destacar, sus novelas imprescindibles y haber sido nombrado Premio Nobel de Literatura en 1982. Recordamos sus obras y frases célebres.

Entre las obras que más destacan y que han convertido al escrito en un personaje a seguir, están Cien años de soledad, que tuvo un enorme reconocimiento internacional.

Las novelas imprescindibles de Gabriel García Márquez

El coronel no tiene quien le escriba

Esta historia narra la vida de un veterano de la Guerra de los Mil Días y fue una novela curiosa porque no tiene demasiado trama ni tampoco muchas complicaciones a simple vista. Sin embargo, el escritor dijo de ella orgulloso que fue su mejor libro.

Crónica de una muerte anunciada

Es una de las novelas del escritor más conocidas. Mezcla narración con el periodismo, y explica la historia inspirada en un suceso real, que tuvo lugar en el año 1951 en Sucre, población que está en Colombia. Tiene aire de novela policíaca. Hay infinidad de personajes y uno puede perderse un poco en su trama.

Esta novela fue llevada al cine. Fue en el año 1986 cuando Francesco Rosi le puso el título de Cronaca di una morte annunciata con los actores Rupert Everett, Ornella Muti, Anthony Delon, Gian Maria Volonté e Irene Papas. Fue presentada en el festival de Cannes de 1987

Cien años de soledad

Es la novela más importante y destacada de Gabriel García Márquez. La novela ha vendido más de 30 millones de ejemplares y ha sido traducida a 35 idiomas. Considerada una obra maestra de la literatura hispanoamericana y universal, se catalogó como una de las obras más importantes de la lengua castellana durante el IV Congreso Internacional de la Lengua Española entre otros rankings destacados.

El libro acoge 20 capítulos no titulados, en los cuales se narra una historia con una estructura no lineal, puesto que los acontecimientos del pueblo y de la familia Buendía, así como los nombres de los personajes, se repiten una y otra vez. Se fusiona la fantasía con la realidad.

El amor en los tiempos del cólera

Es un libro inspirado en el amor de sus padres donde aparecen serenatas, poemas de amor, cartas, mensajes de todo tipo entre la pareja narrando la vida de sus padres.

Frases célebres de Gabriel García Márquez

El éxito no se lo deseo a nadie. Le sucede a uno lo que los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿qué hacen? Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad posible

Sin darse cuenta, a través del cuerpo incorrupto de su hija, llevaba ya veintidós años luchando en vida por la causa legítima de su propia canonización.

¿Por qué tendría que estar en el limbo? ¿Acaso había muerto? No. Simplemente fue un cambio de estado, un tránsito normal de un mundo físico a un mundo más fácil, descomplicado, en el que habían sido eliminadas todas las dimensiones.

Hay un momento en que todos los obstáculos se derrumban, todos los conflictos se apartan, y a uno se le ocurren cosas que no había soñado, y entonces no hay en la vida nada mejor que escribir.

Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra.

No hay anuncios de cometas ni eclipses, que yo sepa, ni tenemos culpas tan grandes como para que Dios se ocupe de nosotros. Son frases de Gabriel García Márquez.

Se hundió en una amable geografía, en un mundo fácil, ideal; un mundo como diseñado por un niño, sin ecuaciones algebraicas, sin despedidas amorosas y sin fuerzas de gravedad.

El cambio de personalidad es una lucha cotidiana en la que uno se rebela contra su propia determinación de cambiar, y quiere seguir siendo uno mismo.

Le rogó a Dios que le concediera al menos un instante par que él no se fuera sin saber cuánto lo había querido por encima de las dudas de ambos, y sintió un apremio irresistible de empezar a vida con él otra vez desde el principio para decirse todo lo que se les quedó sin decir, y volver a hacer bien cualquier cosa que hubieran hecho mal en el pasado. Pero tuvo que rendirse ante la intransigencia de la muerte.

Pero a pesar de su inmensa sabiduría y de su ámbito misterioso, tenía un peso humano, una condición terrestre que lo mantenía enredado en los minúsculos problemas de la vida cotidiana.

Poco a poco fue idealizándola, atribuyéndole virtudes improbables, sentimiento imaginarios, y al cabo de dos semanas ya no pensaba más en ella. Así que decidió mandarle una esquela simple escrita por ambos lados con su letra de escribano.

La búsqueda de las cosas perdidas está entorpecida por los hábitos rutinarios, y es por eso que cuesta tanto trabajo encontrarlas.


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