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Nueve cenas rápidas casi sin ensuciar


Hemos dedicado bastantes artículos a las cenas, ese agujero negro de la creatividad culinaria que demasiadas veces nos pilla cansados, con hambre, sin ideas y con la tentadora idea de pedir cualquier cosa con tal de no mover un dedo antes ni después, fregando. Si estás dispuesto a dedicarle unos minutos, no está todo perdido: tenemos unas cuantas ideas para ti.

Con ninguna de ellas tendrás que hacer grandes despliegues ni ensuciar muchos cacharros -con muchas apenas una tabla, un cuchillo y otro recipiente-, y en casi todas puedes ir pasando un agua a todo lo que hayas usado antes mientras se terminan de cocinar (o poniéndolo en el lavavajillas si tienes). Encontrarás platos de cuchara en cinco minutos, trucos para preparar empanadillas sin freír ni hornear -gracias, China-, un cuscús que admite todas las variaciones imaginables y hasta una fideuà sencilla para esas noches en las que tienes más hambre; si vives solo no prepares la mitad de la ración recomendada: tu táper de mañana lo agradecerá.

Frittata de verduras de temporada, legumbres, queso curado y hierbas frescas

Esta receta es perfecta para dar salida a cualquier verdura que amenace con quedarse orbitando demasiado tiempo en el cajón y ponerse pocha. Para dos personas, necesitaremos unos 400 g de cualquier verdura que pueda cocinarse en una sartén, salteada o con un poco de vapor -que generaremos añadiendo un poco de agua y poniendo la tapa- y no suelten muchísima agua. Están invitados cebollas, calabacines, pimientos, ajos tiernos, calabaza, nabo, chirivía, berenjena, las verduras de hoja: podemos jugar con los tamaños a los que cortamos cada ingrediente y el momento en el que lo añadimos.

Cuando las verduras estén listas, es el momento de añadir unos 250 g de garbanzos o judías y darles también unas vueltas para que se mezclen los sabores. Es el momento de pasarlo todo a un bol con cuatro huevos batidos, un poco de queso curado rallado y aromáticas al gusto picadas. El queso ya tiene sal, y si también hemos añadido un poco a la verduras durante el salteado no necesitaremos añadir más. Remover y devolver a la sartén, cuajando por ambos lados al gusto como si fuera una tortilla. Servir caliente o tibia; también está muy buena si la rematamos con un par de cucharadas de salsa de tomate.

Sopa de setas, fideos de trigo y tofu con leche de coco

Para una ración, dorar en el fondo de una cazuela entre 80 y 150 gramos de setas frescas -dependiendo de lo intenso que sea su sabor- con unas rodajas de cebolleta y una cucharada de aceite de sabor suave. Cuando casi estén doradas, añadir dados de tofu al gusto y seguir dando vueltas. Cuando todo tenga color, añadir 300 ml de caldo de verduras y un poco de miso o salsa de soja, crema de coco ecológico Carrefour Bio, llevar a ebullición y añadir unos fideos instantáneos de trigo. Hervir un minuto y servir con la parte verde de la cebolleta picada por encima, y si se quiere un poco de sésamo.

Torrija salada de queso y tomates cherry salteados

Batir un huevo con un chorro de leche, sal y pimienta y empapar en él una rebanada de buen pan de hogaza. Dorarla por un lado a fuego medio en una sartén con un chorrito de aceite, darle la vuelta, añadir encima un poco de queso al gusto -para que se funda mientras se hace el otro lado- y pasar la torrija a un plato. En la misma sartén saltear a fuego alegre unos 150 g de tomates cherry con las hierbas secas que se prefiera. Cuando empiecen a dorarse y se les abra la piel, poner sobre la tostada y servir, si se quiere con cebollino o tallo de cebolleta por encima.

Empanadillas de lo que sea en sartén, sin freír

Cualquier resto de guiso de carne, pollo al horno, pescado asado, embutidos o quesos que tengamos dando vueltas por la nevera o conservas (además de verduras como calabacín, pimiento, cebolla, etc), y prepararlas sin horno ni fritanga es posible. Solo hay que encontrar dos o tres ingredientes que queden bien juntos y aporten sabor, jugosidad y todo lo que queremos encontrarnos en el relleno de una empanadilla. Jamón y queso suave, espinacas con pasas y queso azul, atún en conserva, tomate frito y empanadillas, pisto con huevo duro picado o calabacín y zanahoria con butifarra -todo el crudo- pueden ser buenas opciones con ingredientes sencillos.

A la hora de montarlas, hay que manipularlas rápidamente y asegurarnos de que los ingredientes no están calientes ni son muy líquidos, porque la masa se ablandaría y rompería. En lugar de cerrar las obleas dejando poco borde y hacer unas empanadillas más bien planas y redondeadas, llevaremos el relleno al centro y dejaremos un borde grande, como se hace en las empanadillas asiáticas. No hace falta practicar repulgues ni cierres de fantasía: con un poco de agua y apretando bien con los dedos será suficiente. Es el momento de cocinarlas, en una sartén grande donde quepan sin tocarse -o en varias tandas- a fuego alegre.

Cuando se vea caliente, añadir dos cucharadas de aceite suave, repartirlo moviendo la sartén y poner las empanadillas. Dejarlas más o menos un minuto así para que empiecen a tostarse, verter un chorrito de agua -unos 50 ml-, tapar y bajar el fuego a medio casi bajo: en cuatro o cinco minutos estarán listas. Exactamente la misma técnica que con las empanadillas asiáticas, pero con las obleas de toda la vida.

Cuscús con curry, zanahoria, judía verde y sardinas

Para dos personas, llevar un vaso y cuarto de agua a ebullición. Cuando hierva, añadir una zanahoria a trozos pequeños y 300 g de judías verdes; cuando vuelva a hervir, tapar y contar cinco minutos. Pasado el tiempo, añadir curry en polvo al gusto -una cucharadita, por ejemplo- un vaso de cuscús y un chorrito de aceite y retirar del fuego. Esperar tres minutos, ahuecar con un tenedor y emplatar con una lata de sardinas en aceite de oliva por ración y, si se quiere, una cuña de limón. Se pueden cambiar las sardinas por cualquier otra conserva de pescado, restos de pollo o carne asados o unos langostinos cocidos.

Lentejas con remolacha, feta y pipas

Para dos raciones, dorar media cebolla picada en una cazuela a fuego medio, con un chorrito de aceite. Cuando tenga color, añadir un diente de ajo picado o laminado, un poco de pasta de tomate o tomate frito y una remolacha cocida troceada y remover durante tres minutos. Añadir un bote grande de lentejas con su líquido, un chorro de agua o caldo y dejar que haga chup-chup tres minutos. Servir con un poco de queso feta, pipas peladas y un chorro de vinagre o unas piparras por encima (un poco de perejil o alguna hierba fresca para rematar también le irá muy bien).

Crema de garbanzos, tomate, anchoas, pepino encurtido rápido y yogur

Para dos personas, hacer un sofrito con cebolla y tomate -se pueden añadir también puerros o calabacín-, añadir un bote grande de garbanzos con su líquido de conserva y un vaso de agua o caldo y dejar hervir cinco minutos. Mientras, quitar la mitad de la piel a tiras de medio pepino, ponerlo en un bol con un buen chorro de vinagre y un poco de sal y darle un masaje para que se encurta. Pasados cinco minutos, añadir a la crema medio yogur y triturar. Servir con el resto de yogur -una cucharada por plato-, el pepino y un par de filetes de anchoa picados por ración.

Fideuà de salmón y ajos tiernos

Para dos raciones, dorar en una sartén a fuego medio con un chorrito de aceite un vaso de fideos del número tres (o dos). Retirar. Marcar en la misma sartén dos lomos de salmón en daditos y retirar. Añadir a la sartén una docena de ajos tiernos troceados en trozos de unos dos centímetros -pueden ser descongelados- y, cuando ya tengan color, también un tomate. Pasados unos tres minutos, devolver los fideos y verter por encima dos vasos de caldo de pescado -si eran del número tres- o uno y medio si eran del dos. Dejar cocinar nueve o siete minutos respectivamente y poner el salmón encima los últimos dos. Reposar tres minutos y servir.

Habitas con butifarra

Para una ración, dorar ¼ de cebolla picada y, cuando ya tenga color, añadir medio diente de ajo también picado y una butifarra -o tres salchichas- troceadas. Añadir un bote de habitas al natural con su líquido, tomillo al gusto y un par de cucharadas de tomate frito -o una de concentrado-, dejar reducir un par de minutos y servir.


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