El presidente señaló que el propósito de los infiltrados es radicalizar de tal forma un movimiento para achicarlo y que dé miedo.
A un día del 52 aniversario de la Masacre de Tlatelolco, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que en su gobierno nunca se dará motivo para utilizar la fuerza bruta contra la ciudadanía.
Asimismo, dijo que él como comandante supremo de las Fuerzas Armadas, no dará la orden de reprimir a la gente.
En conferencia matutina, señaló que una forma de evitar que en el futuro se repita un 2 de octubre es que en México haya democracia y buscar siempre soluciones pacíficas en las controversias y conflictos.
“Que desaparezca el autoritarismo, que como decía el presidente Juárez, se aplique la máxima de que nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho” expresó.
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“No se va a permitir que haya torturas. Hasta ahora no hay ninguna denuncia de tortura y estoy pendiente de que esto no suceda. No queremos que haya masacres como existían hasta hace poco porque predominaba en la Presidencia una actitud autoritaria”, agregó.
El primer mandatario comentó que una de las razones por las que decidió desaparecer al Estado Mayor Presidencial no sólo fue porque era un aparato de élite, oneroso y excesivo para cuidar al presidente, sino porque, con base en testimonios, este aparato habría intervenido en la represión estudiantil.
“Muchas veces tenía más influencia que la propia Secretaría de la Defensa Nacional, se sentían más porque estaban cerca del presidente y ellos decidían todo”, apuntó.
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López Obrador indicó que su gobierno va a seguir garantizando las libertades y el derecho a la libre manifestación de las ideas. Sin embargo, enfatizó que lo que no se quiere es la violencia.
“Hay muchos provocadores, en el 68 fue evidente que se infiltraron provocadores, hay que tener eso presente. Que haya manifestaciones libres, pacíficas, ya cuando tiran bombas molotov y rompen cristales y agreden, pues eso no es tan legítimo. Yo les diría que eso no es revolucionario y eso no es de izquierda, eso es más del conservadurismo, esas son actitudes fascistoides”, argumentó.
El jefe del Ejecutivo consideró que las acciones extremistas no logran el apoyo del pueblo y aseveró que ese ese el propósito de los infiltrados, radicalizar de tal forma un movimiento para achicarlo y que dé miedo.
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“Nosotros que venimos de la oposición hasta podían amenazarnos y ni modo que saliéramos a decir: ‘nos amenazaron’. No, nos quedábamos callados, porque sino se transmite miedo y qué dice la gente ‘si amenazaron al dirigente, ¿qué puedo yo esperar?’. Si existe una postura extremista no se convoca a la participación ciudadana, se queda una especie de vanguardia, pero una verdadera transformación no se consigue con eso”, externó.