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Es la mujer del momento. Aquella niña pija a la que perseguían los medios de comunicación sin casi entender su edulcorado acento ha mutado en una estrella mediática a la que todos buscan. Tamara Falcó, flamante marquesa de Griñón, se ha convertido en el gran fichaje de la nueva temporada, la 15ª, de El Hormiguero, el programa estrella de Antena 3 presentado por Pablo Motos.

El anuncio de la colaboración de Falcó se había hecho el pasado viernes, pero no ha sido hasta el lunes cuando la joven de 38 años se ha dejado ver por primera vez entre Trancas y Barrancas. Este no será el único destino profesional en el grupo Atresmedia de Tamara Falcó, porque Motos anunció que se convertirá en uno de los miembros del jurado del próximo programa El Desafío, que presentará Roberto Leal y cuyas grabaciones se han retrasado a causa del coronavirus.

Con este paso, parece que Falcó deja más de lado el ente público, que la ha visto nacer como estrella mediática, para volcarse en Antena 3. Con su participación y su posterior triunfo en MasterChef Celebrity, que demostraron su tenacidad, constancia y buena actitud, se ganó el favor del público, que dejó de verla como a una niña bien “hija de” para considerarla un personaje por sí mismo. Su popularidad la hizo saltar a dos espacios de TVE: primero, A partir de hoy, conducido por Máximo Huerta y donde tenía un espacio; después, con el programa propio Cocina al punto con Peña y Tamara, en el que mostraba sus dotes culinarias y de anfitriona junto al cocinero —salido del reality Top Chef— Javier Peña. Al parecer, Falcó ha renovado su contrato para una temporada más, por lo que podrá vérsela por las mañanas en La1 y por las noches en Antena3.

En el plató de El Hormiguero, Tamara Falcó demostró por qué la ha fichado Motos: estuvo divertida, encantadora, respondió preguntas personales y hasta dejó caer algún titular. Así, contó que todavía no es oficialmente marquesa de Falcó porque es algo que conlleva ciertos trámites que todavía no ha iniciado. Ser marquesa, afirma, es una responsabilidad e implica asumir un legado, y asegura que cuando firme el título ante el Rey le preguntará por cuáles son sus responsabilidades como aristócrata. “Ahora soy más responsable. ¿No ves que vengo con traje de chaqueta?”, bromeaba con Pablo Motos, enseñándole su conjunto, negro de pies a cabeza. El color oscuro también podía ser una concesión al luto, puesto que hace menos de una semana falleció inesperadamente y a los 56 años su cuñado, Jaime Carvajal y Urquijo, marido de su hermana Xandra Falcó.

Además, Falcó también habló del cambio de peso que vivió hace unos cuatro años, explicando que engordó y que ha vuelto a perder “15 o 20 kilos”. Afirma que aquel episodio ocurrió porque lo único que comía era “filetes empanados y tortilla de patatas” y que se debió a una cuestión de estrés, que no tenía ganas de salir de su casa: “Los problemas se me venían encima”. “Mi madre me decía que cuando sonreía no se me veían los ojos”, desveló. Perdió ese peso con “mis dietitas, deporte y visitas a una clínica que me recomendó Mario”, en referencia a la pareja de su madre, el escritor Mario Vargas Llosa.

La relación y el parecido con su madre también fueron parte de la charla de Falcó y Motos. Por ejemplo, contó que ambas suelen reírse cuando les dicen que se parecen, porque ellas no lo ven, y también que discuten con mucha frecuencia. “Mi madre es un referente, la veo inalcanzable”, afirmó. Falcó ha pasado el confinamiento junto a Isabel Preysler y Vargas Llosa, que, afirma, fue el único que mantuvo una rutina durante los días de encierro, caminando una hora diaria.


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