Tras una serie de denuncias presentadas por ciudadanos y colectivos ambientales, la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa) suspendió de manera parcial la obra relacionada con un cuartel de policía estatal, que autoridades de Oaxaca pretendían construir en una superficie de 22,797 metros cuadrados de selva baja caducifolia de la reserva Punta Colorada, ubicada en al costa de Oaxaca.
En un comunicado, la dependencia informó que el operativo de inspección se dio en atención a 80 denuncias populares presentadas por la ciudadanía en horas recientes en la oficina de Oaxaca.
Dijo, que inspectores de la Profepa hicieron una visita de inspección a un predio ubicado en Punta Colorada, San Pedro Mixtepec, donde encontraron un cambio ilegal de uso de suelo, que afecta considerablemente el entorno ambiental.
“El cambio de uso ilegal, era para favorecer obras y actividades para la construcción de un cuartel regional para la policía estatal, las cuales requieren contar con autorización de la autoridad ambiental federal, dado que se pretende llevarlas a cabo en un terreno forestal”, señaló la dependencia.
Dijo, que al no existir un Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) emitida por la Semarnat, necesaria para la remoción de vegetación y para la realización de obras de construcción y otras actividades en terrenos forestales, se impuso una clausura total temporal al sitio inspeccionado y se abrió un procedimiento administrativo.
“La clausura continuará hasta que se exhiba la autorización correspondiente, tal y como lo establecen los artículos 170 fracción I y 170 bis de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente”, señaló la dependencia.
Exigen clausura definitiva
Sin embargo, lugareños y colectivos marcharon este sábado alegando que la clausura de Profepa debe ser definitiva, debido a que Punta Colorada es una de las mejores playas de Puerto Escondido, donde turistas y lugareños practican el surf.
“Punta Colorada en Oaxaca es un sitio de importancia ecológica para la anidación de tortugas laúd. La zona enfrenta esfuerzos de conservación contra un plan de desarrollo turístico que la comunidad busca detener, y hay un movimiento para declararla zona de valor ambiental, y ahora lo quieren destruir para imponer un cuartel, y también proyectos de desarrollo”, denunciaron los vecinos.