En un comunicado emitido por los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Acapulco, se hace un llamado urgente a detener la violencia que ha cobrado fuerza en Guerrero.
Los obispos expresan su compromiso con la defensa del derecho a la vida, la dignidad humana y la protección de los más vulnerables, ante lo que calificaron como el deber de ser “profetas y constructores de la justicia y de la paz“.
El comunicado enfatiza la necesidad de escuchar el clamor de las víctimas de la violencia, así como de promover una cultura de paz en las familias y comunidades.
Asimismo, invita a todos los creyentes a abrirse a Dios y a promover la solidaridad y la fraternidad como bases para la construcción de la paz.
A los gobernantes se les exhorta a superar la indiferencia y a tomar medidas efectivas para garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
También se alerta sobre el aumento del descontento social debido al clima de impunidad y se insta a las autoridades a no permitir que los grupos delictivos tomen el control de la vida y el futuro de los municipios.
Ante este escenario, se hace un llamado directo a aquellos que han elegido el crimen como estilo de vida, instándolos a cesar en sus abusos contra la población.
Finalmente destaca la importancia de un ambiente libre de violencia para que las personas puedan desarrollarse plenamente y ejercer sus derechos de manera segura.
A continuación el comunicado íntegro:
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