Objetivo: detectar tumores en fase inicial con un test de sangre


Sus palabras embelesan. Habla de drones sobrevolando los campos agrícolas en busca de datos, de la lucha digital entre las grandes potencias del mundo y de la inteligencia artificial que estará en las escuelas. Pero lo que más cautiva del fundador de Universal DX, Juan Martínez-Barea, es su pasión por la aplicación tecnológica a sistemas biológicos. “Cuanto más sé de biotecnología, más me maravilla nuestro ADN”, comenta el autor de El mundo que viene. No es casualidad que sea su tema favorito. Su startup se ha dedicado en los últimos seis años al estudio de las moléculas más pequeñas que circulan por nuestra sangre y que cambian cuando comienza a desencadenarse un cáncer.

El objetivo es detectar la enfermedad de forma muy temprana a través de un test. Para lograrlo utilizan el análisis masivo de datos. El avance es el resultado de años de trabajo. El sector sanitario lleva un tiempo en lo alto de la ola digital, y ha permitido desarrollar nuevos tratamientos y medicamentos a una velocidad sin precedentes, como la nueva vacuna contra la pandemia. “Incluso se habla de la impresión de órganos”, indica en una conversación con los especialistas de SAS, la firma de software de analítica avanzada e inteligencia artificial. Ese el liderazgo tecnológico en la medicina, y en otras industrias, está fuera de Europa. Estados Unidos y China llevan la batuta, mientras que el Viejo Continente es un simple espectador.

“Europa no lo tiene claro. Estamos enfocados siempre en problemas que no son los reales de este mundo que viene”, argumentó Martínez-Barea, que ha sido embajador de la Singularity University, una institución académica patrocinada por Google y la NASA, y con sede en Silicon Valley. Uno de los grandes problemas es que los inversores europeos son mucho más tradicionales. “Arriesgan menos, con lo cual estamos en desventaja clarísima ante las grandes potencias”. En España, la situación no es diferente: “Faltan startups de auténtico nivel”.

Martínez-Barea habla también de por qué las startups chinas se han forjado en el peor de los mercados del mundo, sobre el pesimismo que reina en el sector innovador español y de cómo las nuevas tecnologías van a inundar toda la economía. “Todos los sectores van a ser de alta tecnología”, asegura.


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