Botticelli fue uno de los artistas más destacados del Renacimiento en Italia. Muchas de sus obras son reconocidas a nivel mundial y algunas de ellas tienen un valor incalculable. Repasamos las obras más importantes de Botticelli.
- Abismo del Infierno: una de las obras más importantes y espectaculares de Botticelli. Se trata de un mapa en el que representa el infierno, y que causa escalofríos con solo mirarlo. Está compuesto de una serie de círculos que se adentran en la tierra. El primero de ellos simboliza el limbo. Esta obra pertenece a un conjunto total de 102, de las cuales solo se conservan 92 en la actualidad.
- Calumnia de Apeles: esta obra se basa en una descripción acerca de una pintura de Apeles. En ella se ve representado un juicio, con todas las partes que participan en él: el rey Midas, el juez malvado, el rencor, la verdad, la penitencia, el fraude, la envidia, el rencor, la ignorancia y la sospecha.
- El nacimiento de Venus: Botticelli pintó esta a obra a finales del Siglo XV y es una de las más conocidas. Venus está situada justo en el centro y, a su lado, una ninfa cubierta con un gran manto rojo simbolizando la primavera. A la izquierda dos dioses alados que soplan una lluvia de flores a Venus, la diosa del amor. Se puede observar en la Galería de los Uffizi, una de las galerías de arte más importantes de todo el mundo.
- Venus y Marte: una obra que representa el amor en su estado más puro. Un amor verdadero que surge entre Marte y Venus, los cuales se encuentran en un hermoso prado, tumbado uno frente al otro. Esta obra está expuesta en la National Gallery de Londres.
- Historias de Virginia: esta fue una de las últimas obras del artista. En ella refleja temas como la fidelidad en el matrimonio o el honor violetado. Diferentes escenas que se unen en una sola en esta gran obra, expuesta en la Accademia Carrara de la ciudad de Bérgamo.
- Tentación de Cristo: se dice que el diablo ni siquiera tuvo compasión con el hijo de Dios, de modo que lo sometió a diversas tentaciones en las que esperaba que este pecara. Botticelli supo plasmar estas tentaciones en un gran fresco situado en la Capilla Sixtina de la ciudad del Vaticano.
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