El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) solicitó en una sesión extraordinaria este miércoles “ayuda humanitaria” a los organismos internacionales tras el vertido de crudo que sufrió Perú a mediados de enero.
La OEA expresó su “consternación por las graves consecuencias ambientales, económicas, sociales y de la vida y la salud” que provocó el vertido de crudo desde la refinería La Pampilla y solicitó “una evaluación urgente” y una investigación para esclarecer los hechos.
“El Estado está realizando un proceso de investigación para determinar la responsabilidad, mientras se están realizando actividades de limpieza y contención”, explicó la presidenta del consejo directivo del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) de Perú, Miriam Alegría Zevallo, en la reunión de la OEA publicada en Facebook.
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Por su parte, la petrolera española Repsol anunció el lunes que está entrando en la “etapa final” de la limpieza del vertido de crudo ocurrido el pasado 15 de enero en las costas de Perú y ha informado de que ha comenzado a retirar medios: “Queda poco hidrocarburo por retirar, y se encuentra básicamente acumulado en algunas zonas rocosas de difícil acceso”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú informó también el lunes que el gobierno obtuvo esquemas concretos de asistencia técnica y cooperación internacional por parte de al menos 15 entidades, entre países amigos y organismos internacionales en respuesta al vertido.
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Unos 18 mil metros cuadrados de playa han sido afectados por el vertido de petróleo, una situación que ha afectado a distritos de la capital, Lima, como Ventanilla, Santa Rosa y Ancón, aunque el crudo también llegó hasta el mar de Chancay, distrito situado en la provincia de Huaral.
Repsol aseguró que el vertido se produjo por un “fenómeno marítimo imprevisible”, en referencia al tsunami causado por la erupción de un volcán en una isla de Tonga.
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